Afganistán, tan lejos, tan cerca

  • “Una montaña no puede llegar a otra montaña pero un corazón si puede llegar a otro corazón” (Proverbio Afgano)

 

Cuando la periodista Asne Seierstad (1970) se instala justo después de la caída de los talibanes en Afgnistán en casa del librero Sultán Khan, amante de la cultura y gran defensor de las libertades humanas no sabia que se convertiría en testigo excepcional de una historia que dará la vuelta al mundo. Su trabajo El librero de Kabul nos enseña otra forma de vivir y de acercanos a una cultura no de una manera igual sino diferente. Se han publicado tratados y distintos trabajos en torno a Afganistán y los afganos pero Asne ha sabido compaginar dos factores, humanidad y periodismo de una forma admirable.
“Los talibanes restablecieron el orden a la vez que dieron el golpe de gracia al arte y la cultura afganos. Quemaron los libros de Sultán (su protagonista) y se presentaron en el museo de Kabul armados de hachas y con su propio Ministro de Cultura como testigo presencial. Cuando llegaron en el Museo no quedaba gran cosa. Todas las piezas trasladables habían sido saqueadas durante la Guerra Civil y como consecuencia de ello habían desaparecido piezas de cerámica de la época en que Alejandro Magno conquistó el país, espadas tal vez usadas en batallas contra Gengis Khan y sus hordas mongoles, miniaturas persas y monedas de oro”

Desde periodistas como Gervasio Sánchez (Sierra Leona: Guerra-Paz) hasta Mónica Bernabé que ha estado durante más de cinco años residiendo como corresponsal de El Mundo en Afganistán publicó en su momento, Afganistán. Crónica de una ficción o Antonio Pampliega quien en uno de sus viajes pudo recoger en su obra, Afganistán. La vida más allá de la batalla todas las vivencias que le habían sucedido, Asne se suma a ellos contando sus vivencias que darían una vuelta al mundo.

 

HISTORIA…

En su libro Historia de Afganistán. De los orígenes del Estado afgano a la caída del régimen talibán el profesor Daniel Gomá nos habla de un lugar “Situado en el corazón de Asía Central, un país que se convirtió en el campo de batalla, de la rivalidad entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en la segunda mitad del siglo XX, para luego quedar sumido en una Guerra Civil. Posteriormente la instauración de un régimen fundamentalista islámico a finales de los años noventa convirtiendo al país en el objetivo militar del Gobierno norteamericano” Y todo ello nos hace acercanos a una superficie de 647.500 kilómetros cuadrados y un número de habitantes entre los quince y los dieciocho millones con una población rural del 80%.
Ahora en palabras de Gervasio Sánchez son “lugares que uno debe de visitar de vez en cuando” No sólo lo ha hecho una y otra vez sino que se ha sumado a los distintos trabajos sobre el mismo, amén de realizar un excelente volumen fotográfico con texto de Bernabé bajo el título de Mujeres/Women. Afganistán en donde hablan de la actual situación de la mujer en el país. Quizás haya tenido razón Jimmy Carter cuando dijo aquello de “Afganistán ha sido la última gran batalla de la guerra fría pero ha permanecido como un episodio velado en la memoria reciente de la política mundial”

 

KHALILI. UNA ASAMBLEA DE POLILLAS

Y bajo la dirección de Fernando Cabal la editorial Mandala acaba de lanzar dos trabajos, el primero de ellos; Massoud. Un retrato intimo del legendario líder afgano en donde Marcela Grad escritora y traductora nacida en Buenos Aires nos invita igual que otros autores a disfrutar de historias y de anécdotas que ella misma ha recopilado durante cuatro años en los que entrevistó a afganos, así como a personas en todo el mundo que conocieron y acompañaron a Massoud en la larga resistencia contra los soviéticos. Un volumen al cual acompañan una serie de fotografías en donde nos acercan a esa lado humano de nuestro verdadero protagonista. Uno de estos autores, Hiromi Narakura autor de algunas de las fotografías que forman parte del libro de Marcela cuenta alguna que otra curiosidad del líder afgano. “una vez en el desayuno Massoud me preguntó: ‘¿Que gusto tiene el cerdo?’ Cuando respondí ‘El cerdo no sabe bien’, todos se rieron. La religión musulmana prohíbe la carne de cerdo y el whisky. Él no pensaba como otros musulmanes: ‘Oh los japoneses son vulgares por que comen cerdo y toman whisky. No me gusta nada Japón’ Apenas comentó, refiriéndose a mí. ‘Quizás él come cerdo en Japón y a veces toma alcohol. Está bien’ No me culpaba. Sólo quería saber y quizás bromear un poco por que en esos tiempos los talibanes los habían rodeado y no tenían municiones, ni dinero, ni gasolina. Así que solo se reía con nosotros. Estaba interesado en todo y nunca comparaba sus valores con los de los demás. Me podría haber quedado años con Massoud” Sin embargo las palabras hacen acto de presencia y ha sido en este caso volviendo al tema de este artículo cuando se ha publicado: Khalili una asamblea de polillas. En esta obra nos acercan de alguna manera a los lectores hispanohablantes a la obra de un Gran Poeta Afgano otra vez la Historia dentro de la Poesía.
Una traducción de Fuencisla Gozalo (hasta no hace mucho presidenta de la Fundación Cometa: info@fundacióncometa.org que al quedar prendada del país y de sus gentes no pudo parar de ir y volver al mismo. Una organización que cuenta con numerosos proyectos entre los cuales destacamos promover proyectos educativos en países en conflicto, subdesarrollados a través de una educación equilibrada y trasmitir valores igualitarios a los derechos humanos de mujeres y de hombres y suprimir esa frase que muchos recuerdan: “La mayoría de los afganos nunca han experimentado la sensación de tener un libro entre las manos”) con ilustraciones de Sohailla Khalili.

¿QUIÉN FUE NUESTRO PROTAGONISTA?

Muchos quizás no quieren ir a ese lugar por el que dirán o por no ser a lo mejor un lugar atractivo para nuestras mentes occidentales. Ahora acercarse a la obra de Khalilullah Khalili el Amigo de Dios nos hace cambiar de opinión e introducirnos en sus páginas. Poeta afgano (1908-1987) en lengua Dari (variante del persa) y uno de los más prolíficos autores del Afganistán moderno siendo iniciador de la poesía moderna en dicho país habiendo publicado casi cincuenta libros de poesía, ficción e Historia así como estudios sufíes. Tras veinticinco años de su muerte y una serie de “casualidades” los restos mortales del poeta han sido trasladados desde Pakistán (donde murió) a Afganistán en Mayo de 2012. Massod Khalili, Embajador de Afganistán en España e hijo del poeta acaba de publicar precisamente en Alianza Susurros de la Guerra en donde comienza escribiendo como un nueve de Septiembre de 2001, en un lugar remoto de Afganistán dos terroristas de Al-Qaeda disfrazados de periodistas acabaron con la vida de Ahmed Shah Massoud “El león de Pangshir” que combatía ferozmente a los talibán tal y como antes había hecho con el invasor soviético. Contado en forma de diario dirigido a su esposa Sohaila y del que subyace como argumento principal el drama de la guerra… “A Massoud le gustaba mucho la poesía de mi padre. Una vez me preguntó si recordaba un poema en particular. Era un poema muy simple, entre clásico y moderno. (Escribe en el libro de Marcela) Algo así como:

Ven, ven que tu y yo iremos al campo,
ven, que tu y yo nos acercaremos a las flores.
Ven que tú y yo nos sentaremos allí
y te traeré hermosas flores,
violetas, amarillas, negras, blancas,
y te haré un collar.

Deja que la lluvia caiga suave, lentamente,
sobre las flores, sobre los árboles,
sobre ti, sobre tu mano, sobre tu hermosa ropa,
y observaré tu cabello, te observaré a ti.
Quiero sólo la naturaleza, nada más,
Quiero que predomine la naturaleza, la alegría, la risa entre tú y yo.

Es más o menos así, un poco largo y él me ayudaba con las palabras. Me dijo que no podía memorizar poema, pero que podía recordarlos cuando yo se los leía. Seguía el ritmo de los poemas y se iba entusiasmando y entusiasmando… O como un niño a quien se le baña con chocolates y está tratando de agarrar éste y aquél, pensando: ¡cuantos puedo meter en el bolsillo! Sentí que era tan inocente; tenía una hermosa manera de ser. Pero estaba en una guerra” A lo que añadimos sus palabras, “todas las guerras son funestas y las heridas y sufrimiento que provocan quedan para siempre”

 

Independencia

Me di cuenta que todos hablan de mis fallos y defectos, ¿que perdí?
Me di cuenta de que todos me alababan, ¿que gané?
Nuevos brotes reían en las ramas de la pradera y no daban las gracias.
Las flores primaverales brotan desde el suelo y no piden permiso.

(Khalilullah Khalili)

Y el actual Embajador de Afganistán en España, Masood Khalili escribe en el volumen del padre y poeta:
“Me dí cuenta de que yo era Embajador, pero por un período corto de tiempo, y sin embargo esta traductora (Fuencisla) había hecho a mi padre Embajador permanente de mi país en la gran tierra de España donde la Poesía y el Arte tienen un lugar preferente”

 

Artículo elaborado por Maria Parente y Roberto Carlos Mirás

Maria Parente y Roberto Carlos Mirás

También te podría gustar...