Un hombre sabio, por María Parente y Roberto Carlos Mirás

  • «Durante mucho tiempo admiré a Ramana, ahora tengo que comprender que además tenía razón» Ernesto Ballesteros

Ernesto Ballesteros y María Parente

 

En un momento en que se habla de filosofía en las aulas y se pregunta ¿para qué sirve la filosofía? Tenemos que adentrarnos en la Obra y en la Vida de Ernesto Ballesteros Arranz cuando en su obra sobre Ramana Maharshi formuló aquellas palabras de «he nacido en el barrio madrileño de Chamberí y no soy un brahmana como ustedes comprobarán inmediatamente si no lo han averiguado ya. Tampoco soy un sannyasin como mi buen amigo Satyananda, pues no tengo nada a lo que renunciar salvo mi mente, de la que me he pasado toda la vida presumiendo para tirarla ahora, de buenas a primeras por la ventana» Durante cuarenta y cinco años ha sido Catedrático de Historia de la Escuela de Magisterio de Cuenca y ha dirigido la Historia Universal publicada en su momento por la editorial Hiaras de Madrid publicando en su peregrinar tanto libros de filosofía occidental como oriental y como el amigo Juan Carlos Ramchandani nosotros hemos ido en busca de sabios, de mujeres y hombres que han escrito un «poquito» sobre la Historia del Hombre y Ernesto Ballesteros, aunque dirá que no, ha sido uno de ellos. Tras haber leído alguno de sus trabajos y haber tenido alguna que otra conversación telefónica tuvimos la ocasión de conocerlo en compañía de su esposa. Esa sabiduría llena de filosofía le llevó como antes hemos apuntado a viajar durante casi dos meses a la India aunque antes lo hizo a Egipto y a introducirse en la vida de Sri Ramana Maharashi como ya hemos apuntado del que llegó a decir «fue un personaje que desde su juventud se negó a ser simplemente un hombre» tiempo después a enfrentarse a «Kant frente a Shankara y al problema de los dos yoes» y a preparar un texto bajo el titulo «Yogasutras de Patañajali con los comentarios de Vyasa y Shankara» Una obra que según sus palabras «posee una singular característica que la convierte en una obra clave del pensamiento hindú.

No solo se trata de una obra capital de la filosofía Yoga como es generalmente aceptada por todos los especialistas sino que incorpora elementos muy importantes de la filosofía Samkhya y del Vedanta en los comentarios de Vyasa y Shankara que acompañan esta edición y que son una absoluta novedad para el estudioso en lengua castellana» Pero ha vuelto a la filosofía occidental que nunca ha dejado de lado y quizás se sumaria a las palabras que ha dicho Emilio Lledó «El consumismo acaba consumiendo al consumidor. Tenemos que comprar lo necesario. Lo del viejo Epicuro. Y dejar de lado los bienes que no son necesarios ni provocan la naturaleza» Pero volvamos… Durante nuestro encuentro tuvo palabras para hablarnos de lo que para él ahora mismo en este instante era lo más importante – aunque otros ya lo han hecho antes, es cierto. Pero sus palabras, sus pensamientos eran el problema si queremos considerar como tal el Yo. Pero no adelantemos acontecimientos… Entre los largos paseos por su entrañable Cuenca mientras contempla los grandes árboles y sus distintas lecturas así como los que realizó en Santiago de Compostela o en la Costa da Morte vuelve de nuevo en el tiempo a Platón, Aristóteles, o a Sócrates o incluso tiene tiempo para hablar de Kant o de Hegel y sus palabras estaban llenas de una curiosidad que no ha quedado a atrás, esa misma curiosidad o inquietud que hemos visto en sus obras puede gustar a unos u a otros, puede tener un enfoque más o menos académico pero los distintos enfoques están ahí. No son unas lecturas comerciales, no son quizás de grandes tiradas pero es aquello que denominaríamos Filosofía. Nos ayudan a pensar a darnos cuenta y a interiorizar esas mismas expresiones en nosotros mismos. Ernesto Ballesteros es el profesor que se encuentra en una clase y pasa lista, una lista que nos recuerda a una de sus muchas obras «Breve ensayo de relatividad filosófica» y sus alumnos parecen ser (estamos exagerando) Heráclito, Aristóteles, Hume, Bergerson o Heidegger y en «Tiempo y memoria» se pregunta ¿Es posible conocer la realidad sin el curso de la religión o de los dioses? A lo que añade «Toda filosofía moderna y contemporánea occidental descansa a partir del siglo XVIII en el conocimiento de estos dos objetivos: la Realidad y el Yo. A nuestro humilde juicio fueron Descartes y Kant los que pusieron los cimientos de este fenomenal edificio y los grandes filósofos como Fichte, Hegel, Habermas, Ortega, Heidegger y un largo etc… edificaron sus geniales pensamientos sobre las teorias kantianas de la Realidad y el Yo pasando por alto las dudas de Hume sobre este tema que es lo que nosotros queremos ‹desenterrar› con nuestras modestas herramientas»

Y va aún más lejos cuando nos llega un sobre con varios trabajos, de algunos de los cuales ya hemos hablado y una obra que como todo conocimiento y sabiduría no ha dejado de bailar una y otra vez por nuestra mente «La antigua polémica del Ser y el Cambio» Un trabajo que podría ser complementario al efectuado hace unos meses por la profesora y traductora Ana Mª Agud Aparicio bajo el titulo «Los poemas del Ser y el no Ser y sus lenguajes en la Historia» Ballesteros nos suelta una a una preguntas e incluso nos da respuestas de una manera pedagógica. Lo bueno que tienen autores como Ana Mª Agud, Óscar Pujol, Francisco Rubio, Laia Villegas, Antonio Piñero (El Jesús que yo conozco) o el propio Ballesteros es que tienen cosas que decir, hay un contenido en sus textos, existe una pedagogía que les hace llegar al lector y que éste se involucre de tal forma que de una manera directa o indirecta formen parte de sus vidas y estos mismos les hagan interesarse por la bibliografía que han utilizado. Pues en esta obra Arranz vuelve de nuevo a dejarnos verdaderas perlas «¿De donde saca la mente humana esas ‹formas milagrosas› que le permiten conocer lo Real?» O «El Ser es siempre ‹lo que es› (Parménides) pero puede cambiar accidentalmente (Heráclito)» Y como última aportación pero no la definitiva «La Realidad y mi verdadero Yo» en donde deja unas palabras que cada uno en su interior intentará o no contestar «El ser humano tiene dos grandes motores, la fe y la desesperación. Los que se alimentan de la fe recurren a la Religión, los que se alimentan a la desesperación, a la Filosofía» A lo que añade: «Para pensar es necesario dudar, para pensarlo todo es necesario dudar de todo… Un libro (como los anteriores nunca lo diremos bastante) con un amplio recorrido en donde nos encontraremos con la filosofía como búsqueda de lo Real y con el Yo como creador de esa misma realidad y todo ello visto en sus variadas dimensiones espaciales y temporales.

 

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