Villafranca fue capital provincial

 

Villafranca fue la capital de la provincia de 1821. En el mes de junio el diputado Clemencín firma el proyecto de Decreto provincial en el que aparece Vierzo su capital Villafranca. Y en octubre se aprobó el proyecto de Cortes que establecía la provincia del Vierzo. Aprobada. Su capital Villafranca. Aprobada. Unos días después, el 21 de ese mes, la capital del Burbia festejó la nueva concesión capitalina, la plausible noticia de haberse erigido probincia el Bierzo y su capital esta villa. Finalmente, el Decreto LIX de las Cortes, de 27 de enero de 1822, sobre la división del territorio español, relaciona la provincia de Villafranca del Bierzo entre las 52 españolas, con 86.385 habitantes y a la que corresponde 1 diputado.

Para conseguir la capitalidad berciana la villa realizó una importante estrategia política que merece la pena comentarse. Villafranca buscó apoyos territoriales para su candidatura capitalina frente a Ponferrada. De ahí que enviase comisionados por la contorna y comarcas vecinas. En un informe de los ayuntamientos de Valdeorras (septiembre de 1821) se relatan las gestiones de los villafranquinos en las gobernaciones de Laciana y Cabrera y de los moradores de las montañas de Lugo, además del propio Valdeorras, vinieron agentes a este país.

Las gestiones políticas de Villafranca sirvieron para conseguir apoyos a su candidatura capitalina, casos de los concejos cercanos de Valboa, Barxas, Corullón, Trabadelo y A Veiga de Valcarce (Diario de Sesiones de Cortes de 4 de octubre de 1821). Por la parte contraria, Ponferrada buscó la unión de los concejos de Los Barrios de Salas, Bembibre, Camponaraia, Molinaseca, Columbrianos, Priaranza y La Cabrera. (DSC. 13 de octubre de 1821). Cada una de las dos villas en disputa procuraba sus ámbitos de influencia territorial.

Villafranca también aprovechó su poder eclesial. El memorial de los ayuntamientos de Valdeorras denuncia la intervención del cabildo de Villafranca en defensa de sus intereses, la colegiata se hiciese catedral en el arreglo eclesiástico y la abadía obispado. Además, los canónigos, Manuel Goyanes y Diego Muñoz Torrero, que habían sido chantres de su cabildo colegial, bien pudieron favorecer la causa capitalina de Villafranca.

La villa del Burbia bien supo procurarse apoyos políticos. Destacamos a los diputados Felipe Sierra Pambley, Antonio Valcarce, Juan Subercase y Clemencín. Este último defendió que Villafranca se aproxima al centro de la provincia del Vierzo mucho más que Ponferrada, Villafranca está en camino real. También el sr. Subercase dijo que la razón que puede mover a establecerla en paraje diverso de la cabeza de una provincia que ya tiene es su mayor centralidad. Por su parte, el escritor berciano, Juan López de Cancelada, aprovechó su actividad periodística para hacer causa con Villafranca.

En la estrategia política de promoción de la capital villafranquina hay que destacar la elaboración de un memorial (septiembre de 1821). Este documento trata de defender los intereses de la capital del Burbia mediante razonada argumentación. En primer lugar, se critica la acción política de Ponferrada, porque recogen firmas á fin de hacer pasar por voluntad general de la nueva provincia los deseos de algunos individuos, o menor podrá decirse, de quien los seduce. Villafranca indica su centralidad territorial, copia de edificios, mayor población y facilidad de comunicaciones. Estos datos son muy importantes para destacar su posicionamiento territorial en El Bierzo. Además oferta sus centros educativos (escuela, cátedra de latinidad y estudios de filosofía). Añade que tiene grandes edificios que pueden albergar servicios públicos futuros, excolegio de jesuitas, que é solo es suficiente acaso para colocar todas las dependencias del gobierno político y económico (…) hay un palacio del marqués y un gran cuartel para la tropa. Y por último, recuerda sus buenas comunicaciones, como la carretera general de A Coruña a Castilla.

El citado memorial de Villafranca fue enviado a las Cortes para defender sus intereses capitalinos en Madrid. La reacción ponferradina no se hizo esperar, de ahí la elaboración de  su propio memorial (noviembre de 1821).  Además, la villa del Sil nombró una Comisión para defender su estrategia reivindicativa, ante el agrabio que se hace a esta villa en pribarla de Cabeza de Provincia y señalar a la de Villafranca (septiembre de 1821). Incluso Ponferrada aprovechó una campaña de prensa a su favor (El Imparcial, octubre de 1821).

Las quejas de Ponferrada, por la pérdida de la capitalidad provincial, se justificaban en la propia historia comarcal. Los Reyes Católicos crearon la provincia berciana, en 1486, y fijaron la capitalidad en Ponferrada, situando en ella a su principal oficial, el corregidor. Esta provincia tuvo una larga continuidad histórica, durante toda la Edad moderna.

Las disputas capitalinas entre Villafranca y Ponferrada continuaron tras la supresión de la provincia berciana en 1823. Sin embargo, las desavenencias entre las dos villas no fueron determinantes en el fracaso provincial. Las políticas internacional y nacional, concretamente la lucha entre el absolutismo europeo y el liberalismo, condicionaron el fin de de la ordenación provincial de España del Trienio. Este Bicentenario provincial debe ayudar a desechar los complejos históricos y a recuperar el orgullo provincial berciano.

 

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