Ribeira Sacra: innovación arraigada en la herencia

La Ribeira Sacra, joya vitivinícola entre los ríos Sil y Miño, vive una segunda juventud gracias a emprendedores que combinan la tradición con la innovación. Lejos de las grandes producciones, aquí se apuesta por la viticultura heroica, el respeto por el paisaje y nuevas formas de entender el desarrollo rural. Bodegas que recuperan variedades autóctonas, turismo sostenible y experiencias culturales se unen en un territorio que ha sabido proteger su alma mientras mira al futuro.

Dominio do Bibei: tecnología al servicio de lo ancestral

Fundada en 2000 en Quiroga, Dominio do Bibei es un claro ejemplo de cómo innovar desde el respeto a la tradición. Sus viñedos, situados en bancales de difícil acceso, se trabajan de forma manual y sin pesticidas de síntesis. La bodega utiliza:

Fermentaciones espontáneas con levaduras autóctonas, sin clarificados ni filtrados agresivos.
Materiales naturales como hormigón y madera para la crianza de los vinos.
Trazabilidad digital que permite conocer cada detalle del proceso, desde la parcela hasta el embotellado.

Apuestan por variedades como la Brancellao, Mouratón o Doña Blanca, que estaban en retroceso y hoy vuelven a ocupar un lugar protagonista.

Adega Algueira: tradición familiar y diseño sostenible

Ubicada en la subzona de Amandi, en el corazón de la Ribeira Sacra, Adega Algueira ha sabido mantenerse fiel a su esencia desde su fundación en los años 90. La familia Fernández Angueira elabora vinos que reflejan con precisión el carácter del terruño, en un entorno en el que también han introducido prácticas sostenibles:

Uso de energía solar y sistemas de bajo consumo en la bodega.
Aprovechamiento del agua de lluvia para el riego de sus cultivos de apoyo.
Diseño arquitectónico integrado en el paisaje, respetando los muros de piedra tradicionales.

Además, ofrecen experiencias de enoturismo que incluyen rutas entre bancales, catas con productos locales y visitas guiadas centradas en la viticultura heroica.

Enoturismo consciente: la Ribeira Sacra se abre al mundo

La Ribeira Sacra ha sabido consolidarse como un destino enoturístico de referencia. Asociaciones como Ribeira Sacra Viticultores y el Consorcio de Turismo promueven rutas como:

La Ruta del Vino de la Ribeira Sacra, que agrupa a más de 30 bodegas visitables.
Rutas fluviales por el Sil y el Miño, con catamaranes adaptados que permiten contemplar los cañones desde una perspectiva única.
Senderismo entre viñedos, con caminos como el PR-G 86 (Camiño do Viño de Chantada) o el Sendero de Belesar, que atraviesa antiguos caminos empedrados y pueblos vitícolas.

Este turismo pausado y vinculado a la tierra se ha convertido en una fuente de ingresos clave para la economía local.

Artesanía alimentaria con futuro

Además del vino, en la Ribeira Sacra también se desarrollan proyectos alimentarios innovadores con raíces profundas:

Caurelor, en Espandariz, parroquia de Quiroga, elabora mermeladas, salsas y conservas a partir de frutas y hortalizas locales, muchas de ellas procedentes de cultivos ecológicos. Su catálogo incluye sabores tradicionales como la mermelada de castaña o de mora, y propuestas más innovadoras como la mermelada de pimiento rojo o la salsa de cebolla caramelizada. Caurelor ha sido reconocida por su compromiso con la sostenibilidad y la calidad artesanal.
Cooperativas de castaña, como Amarelante en Manzaneda, elaboran harina y conservas a partir de castaña seca recuperando molinos antiguos.
Miel y derivados, como los de la firma O Trobo, que trabaja con apicultura trashumante y producción responsable.

Todos estos proyectos muestran cómo el producto local puede ser también sinónimo de innovación, empleo y arraigo.

Conclusión: la modernidad desde las raíces

La Ribeira Sacra demuestra que el desarrollo rural no está reñido con la tradición. Todo lo contrario: es precisamente desde ese legado milenario que surgen hoy nuevas oportunidades. Bodegas que respetan la tierra, artesanos que apuestan por lo local y rutas que conectan cultura, paisaje y sostenibilidad. En este rincón de Galicia, la innovación no rompe con el pasado: lo honra y lo hace crecer.