Hipótesis de homicidio en el caso del holandés desaparecido

Las pesquisas y pistas que está barajando la Guardia Civil y la policía judicial apuntan a la hipótesis de homicidio en el caso del holandés desaparecido. Y es que se están analizando restos de ropa y huesos, marcas de una fogata, todoterreno sin matrícula y efectos personales por parte de los forenses.

La zona del hallazgo se conoce como As touzas das Azureiras, que son parte del kilométrico pinar que puebla los montes entre O Barco de Valdeorras y A Veiga, a lo largo de la Serra do Eixo. En ese punto, accesible por una carretera de montaña y por una pista cortafuegos, el juez de O Barco y el secretario judicial procedieron al levantamiento de los restos.

Durante la mañana prosiguió la búsqueda con el apoyo del perro del equipo cinológico del Pardo, dependiente de la Policía Judicial de Madrid. Además, los investigadores peinaron el pinar a ambos lados del cortafuegos y el equipo judicial supervisó la recogida y embalaje de los restos encontrados.

Fuentes de la Guardia Civil explicaron que, gracias al apoyo de tres especialistas del equipo de investigación ocular (ECIO) y al perro del servicio cinológico, se encontró un cráneo en trozos y otros restos óseos desperdigados por varios metros cuadrados a un lado del cortafuegos, además de restos de ropa deteriorada a pocos metros de donde se descubrió el todoterreno Chevrolet, sin placas de matrícula, al otro lado de la pista forestal.

El juez inspeccionó y supervisó la recogida de la ropa, de los restos de una fogata en la que podría haberse intentado quemar un ordenador del desaparecido, junto con los restos óseos, trozos de un cráneo sin signos aparentes de violencia o una carcasa de un teléfono móvil, entre otros elementos.

Las pruebas serán analizadas en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y en el laboratorio central de la Policía Judicial de la Guardia Civil, en Madrid. Además, se ha decretado el secreto sumarial.

BÚSQUEDA DE CUATRO AÑOS

La desaparición del alemán, nacionalizado holandés y vecino de Santoalla (Petín), suscitó numerosas especulaciones debido a los enfrentamientos entre él y otra familia habitante de la aldea.

Durante 4 años, amigos del desaparecido -conocido en el municipio de Petín por sus discusiones con los vecinos por temas relacionados con el monte-, y dispositivos de la Guardia Civil, realizaron tareas de búsqueda e indagaciones que pasaron, en marzo de 2014, por la inspección del fondo del embalse de Prada con aparatos de tecnología novedosa, sin resultados.

Según explicaron fuentes del cuerpo de seguridad, el martes de esta semana un vuelo rutinario del helicóptero de la Guardia Civil cambió de dirección y redujo su altura justo sobre el lugar donde apareció el vehículo del holandés desaparecido, que fue inspeccionado posteriormente por efectivos del cuerpo.

Este descubrimiento inició un nuevo dispositivo que centra su investigación en un posible caso homicidio pues, además del vehículo (propiedad del desaparecido), se encontraron restos humanos pendientes de identificación por los dos forenses del Imelga, además de un ordenador, teléfono, huellas y rastros que estudiará la Guardia Civil. El resultado podría saberse en quince o veinte días.

El acceso al lugar donde se produjo el hallazgo parte de la carretera que une Prado (A Veiga) con Santigoso (O Barco de Valdorras). De allí, sale una pista de tierra que durante varios kilómetros está cruzada por cortafuegos y pistas, hasta llegar al pinar donde permaneció el todoterreno recientemente encontrado.

Fuente Europapress

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