El Vino de la Quincena: Heredad Altos de Talana 2020, una primera añada con Oro en los Premios Bacchus

  • Heredad Altos de Talana 2020 de la bodega berciana Heredad Morán debuta en su primera añada con Oro en los Premios Bacchus
    • Colaboración del Grupo Sobrelías (Revista, MarketPlace y Guía)

 

 

Heredad Morán & López, bodega berciana, presentó la primera añada de su godello con crianza en barrica, Heredad Altos de Talana 2020, con Medalla de Oro en los Premios Bacchus 2022, lo que lo convierte sin duda en un vino a seguir muy de cerca. Además, el otro vino que presentó este año en su primera añada también, el Heredad 26 Roble Mencía, también consiguió medalla en estos premios, concretamente la de Plata. De hecho ha sido la única bodega de El Bierzo que se ha alzado con dos medallas en estos Bacchus 2022.

 

Este vino Heredad Altos de Talana es un monovarietal Godello con crianza de 12 meses en barricas de roble francés nuevas, que fue pensado para ser uno de los referentes dentro de este joven proyecto berciano. Y tras su cata, además del hecho de que en su primera añada se haya ‘colgado’ el oro en los Premios Bacchus, no podemos negar que estamos ante un vino realmente especial, para los amantes de los vinos blancos con personalidad, una maravilla de sensaciones tanto en nariz como en boca que no te dejan indiferente en ningún momento.

 Y hablamos de un vino que cuando lo probamos llevaba solamente un par de meses en botella tras su paso por barricas y que ya así ha conseguido el reconocimiento de los Bacchus, con lo cual, cuando salga al mercado en un mes, con ya 6 meses de afinamiento en botella aun estará mejor incluso.

Con una ligera microoxigenación durante la fermentación, estilo propio e inconfundible de esta bodega, la crianza en madera con reposo con sus lías, le confiere una intensidad de aromas impactante, así como una profundidad y complejidad en boca que lo sitúa a la altura de los grandes vinos blancos de España.

 

Un color amarillo dorado y pajizo, muy brillante y limpio, con una capa media ayudada por el trabajo de las lías, deja un vino que en movimiento nos muestra una excelente lágrima, de fluir lento y completo por toda la copa.

Intensidad alta, profunda, de aromas a fruta de inicio muy perceptibles, fruta blanca, cítricos, fruta de huso, incluso cierto toque tropical como a maracuyá del aporte de las lías. Al airear la copa se intensifican los aromas primarios de la fruta y brotan, sutil y elegantemente, aportes a flores blancas, toques herbáceos, lácticos, ligeros tostados, especiados, con una mineralidad del terroir del Bierzo muy presente.

La boca es una delicia, con un ataque muy fresco, pero, a la vez, complejo. Fruta y crianza de la madera perfectamente conjuntadas. Acidez viva, vibrante, en un paso denso, untuoso, de gran volumen en el paladar. Profundo en el trago, de gran persistencia y de un final realmente largo. El postgusto combina muy bien la fruta y ligeros especiados.

Un vino complejo, de carácter y personalidad, con una Godello que se muestra realmente fantástica, lo que demuestra que los vinos blancos en este país con crianza en madera están a la altura de los grandes vinos blancos de cualquier país y varietal.

Tras su cata es un vino que se merece la calificación de Excelente, llegando a una puntuación de 94 puntos. Que estamos seguros que aumentarán con unos meses más en botella, ya que realmente lleva poco más de un mes embotellado y con la estructura que presenta, aun crecerá más.  

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