Dry Martina dice ‘Ahora!’

Ahí estaba yo con mi mejor amigo y una ligera resaca que me hacía buscar agua cual zahorí (está feo y nunca más iré así a trabajar, prometido). Vestidos modo ‘retro – nerd’, esperábamos en la puerta a que empezase todo.

Son curiosos los giros de la vida: un día estás deseando ir a un festival a ver a Dry Martina (pero no puedes porque estás currando) y unos meses más tarde estás participando en el rodaje de su nuevo videoclip.

Dry Martina

Dry Martina

 

Pero no solo eso – también está allí Salva Reina, más conocido como Chuky para los que lo veíamos ya en la Paramount Comedy, más conocido como ‘José’ en ‘Allí Abajo’ para los que lo han descubierto tarde. Mi madre forma parte del último grupo y me dejó claro que si no me hacía una foto con él no volvería a oler su tortilla de patatas. Sabe dónde atacar como madre que es, así que no me quedó otra que ir, mascullar cuatro palabras (es como que vas a hablar bien pero una personita llamada ‘vergüenza’ tira de cada palabra para atrás, de modo que no se entiende una mierda de lo que dices) y sacarme la foto.

Con el pasaporte a una vida llena de huevos batidos y patatas panaderas, nos llaman para rodar. Y rodamos. Rodamos como campeones, ya que el videoclip era una toma continua (señores de audiovisuales, mi hermana, como buena compañera vuestra, me pegará por lo que haya puesto mal aquí por ella y por todos vosotros, dejad vuestras cabelleras tranquilas), non-stop, o como se dice en mi pueblo ‘der tirón io’. A pesar de todo, fue genial el ambiente de
trabajo (como siempre que se trabaja con ‘El Señor de los Vídeos’, ahí no hay fallo) y se pasó todo en un plis.

Y ahora, ‘Ahora!’. No he tenido la oportunidad de escuchar el CD completo (me llamo Alba y me compro CDs pero no tengo donde reproducirlos), pero sí el primer single (‘Ahora’). Solamente os diré que lo escuché por primera vez a finales de agosto y todavía a día de hoy lo canturreo por la casa y lo escucho nítidamente en la cabeza. Es de esas canciones que apetece cantar a viva voz por la casa. Te deja mejor cuerpo que una tableta de chocolate y te da para hacer ejercicio, porque te saca a bailar automáticamente. Quizá exagero, quizá es la magia de la música hecha por buenos músicos con instrumentos y no sintetizadores de esos (soy una antigua y punto), quizá es que la letra de la canción se ha ajustado a este momento de mi vida cual guante. No lo sé. Lo único que sé es que me bauticé como fan de Dry Martina en Lisboa (bendito Youtube), hice la comunión en el rodaje y me confirmé como FAN absoluta anoche tras el acústico que hicieron en la presentación del videoclip a la que nos invitaron a todos los que participamos en él (ha sido como la Game Boy que nunca me trajo Papá Noel).

A veces (muy raramente) tienen lugar estos momentos brillantes gracias a gente que confía en ti y no sabes cómo agradecerlo sin parecer Lina Morgan en la revista o cómo hablar bien de ello sin que parezca peloteo. Pero prometo que no. Desde lo pequeño de mi ser, estoy eternamente agradecida y me faltan gafas de sol para ver lo deslumbrante de los que me rodean.

Mientras me tomo un café, un cartel en la pared reza que nada ocurre porque sí.

Yo le contesto: ‘Que sea lo que sea, y lo que sea será’.

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