Cruzul y Agüeira

El bosque hechizado

En la cara este, las encinas de Cruzul. En la oeste, los soutos -bosques de castaños– de Agüeira. Un viaje por la historia natural de Galicia.

En el corazón de la Galicia húmeda un encinar es una rareza. Pero existe. El encinar de Cruzul es diferente. Abigarrado, prieto, en su interior los árboles no nos dejan ver el bosque. Musgos y líquenes decoran sus troncos para que no nos olvidemos de que estamos en Galicia. Ni dehesa, ni cerdo ibérico. Aquí encontraremos mochuelos, lechuzas, sapos y meigas. Cruzul es un bosque hechizado.

 

En tierras de castaños hay leyendas que hablan del poder sanador de estos grandes árboles. Remedios para la gota o para el reuma. Para la tristeza. Para el dolor de barriga. Y para levantar el ánimo, el polen de castaño, vigorizante excelso. Durante muchos años los soutos sirvieron para salvar del hambre a los lugareños. Y estos paisajes así nos lo cuentan. Hay sendas y caminos que nos conducen por el bosque para recoger sus castañas y troncos labrados por años y años de podas.

 

Y donde no llega el hombre surgen castaños altos y rectos que buscan la luz en la umbrosa pendiente. Hijos del bosque los más esbeltos, socios de los hombres los más anchos y trabajados.

 

  • Más información y fotos: http://www.turismo.gal
 

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