La revolución silenciosa

Roberto Carlos Mirás Mirás

Roberto Carlos Mirás Mirás

Cada vez que visito Anantapur me alojo en él mismo albergue, un rústico bungalow del campus de RTD (Rural Development Trust), él número 32, una casita de adobe con techo de uralita. He venido a ‘confesar’ a Vicente, a que me cuente su vida o mejor lo que ignoro de su vida. Era el Baba, la esperanza de los desesperados, la luz de los intocables”. Con estas palabras el periodista Alberto Oliveras (1929/2010) nos hacía de cicerone, nos sumergía en su particular “Revolución Silenciosa”.

La India es un país en donde lo político y lo sagrado se mezclan. Todos los que la visitan se quedan boquiabiertos. Da la sensación de que estar leyendo una buena novela, o de que estás hablando de un  escritor que no deja indiferentes a los propios indiferentes. Así es la India. La mejor manera de disfrutar de cualquier parte de la India, es llegar como viajero, jamás como turista. Hay que dejar en casa los ojos de mirar desde occidente: dejarse atrapar por los valores de esta nación pluricultural, abierta y generosa. Los que conocen a Vicente Ferrer (1920/2009) saben que es un fenómeno de la naturaleza. Ha sabido recuperar de la desertización un estado del subcontinente indio cuya extensión supera tres veces la de España. Ha logrado escolarizar, dar vivienda y trabajo a un millón de seres que, en semejante sistema social, jamás hubieran accedido a él por derecho propio.

 

                                                  ¿Quién fue y quién es Vicente Ferrer?

29-sep-10gVicente Ferrer nace en Barcelona en el año 1920, llega a la India a la edad de 32 años, después de haber intentado que sus superiores le destinaran a este país, “lo suyo era la India, ayudar a estas gentes. Deja la Orden de la Compañía de Jesús en donde según sus palabras había aprendido mucho. Se marcha a construir casas y cavar pozos antes que aumentar las estadísticas de bautizos. Siendo en el año 57 cuando comienza sus actividades. Tiene tres hijos y es expulsado de la India por aquellos que estaban interesados en que se mitigase la desgracia de su pueblo. Pero Indira Gandhi de quien dijo que tenia una gran humanidad le pidió que volviera. En 1969 no sólo estuvo de vuelta sino que fue el año de partida para el RDT (Rural Development Trust), el Consorcio para el Desarrollo Rural, fundado por Ferrer, apoyado por un  grupo de voluntarios y con la ayuda económica de muchísimas  organizaciones humanitarias internacionales.

Vicente Ferrer lo dijo en muchas veces Nuestro objetivo es erradicar la pobreza, un proyecto que necesita largos años de trabajo y un grupo de personas que consagren su vida a él”. Cuando llegó a Anantapur en su habitación había un rotulo premonitorio que decía “Espera un milagro”. Tuvo que soslayar los celos de castas que podían sentirse discriminados y por ello sus escuelas, sus hospitales y sus obras ecológicas han estado y siguen abiertas a todos. Sólo el proyecto de apadrinamiento está dirigido exclusivamente a los intocables: un español puede apadrinar a un niño a través de la fundación Vicente Ferrer.  Ese dinero sirve para alimentar, escolarizar y vestir al niño hasta los 18 años. El padrino está en contacto permanente con el joven, recibe dos cartas mensuales y puede ir a visitarlo cuando quiera.

                                                                   UN GEOLOGO FRANCES

Un geólogo francés hace 60 años vaticinó que la región India de Anantapur se convertiría en un desierto en cincuenta años y aconsejó el éxodo de la población. Por entonces Anantapur (cuatro millones de habitantes, la mayoría  pertenecían  a la casta de los intocables, la más pobre de la India) era la segunda región más desértica del país tras el Rajastán. Hoy en día, Vicente Ferrer ha conseguido realizar lo que para unos era impensable… “Es posible librar de la pobreza a estas 200 familias que viven en este pueblo. Es ahora posible, aquí. Vivian al día, trabajo para unos tres meses al año… ¿Qué comeremos mañana? No están seguros. Cuando tenían una enfermedad no podían pagar las medicinas a los médicos. Los chicos no iban a la escuela, necesitaban estar libres para el trabajo, es decir, se creaba un estado de servitud total en cada una de estas familias. ¿Cómo encontrar un método original, efectivo y sencillo sobre todo para dar un sólido fundamento a esta organización social? Con las cooperativas, estas asociaciones dan una protección… contra la falta de trabajo, ya no dependerán enteramente de otros, se han roto las cadenas de la esclavitud con una medida económica. Incluso llegan a superar el hecho de ser intocables. El  poder presentarse con dignidad, les da una fuerza que no la pueden alcanzar, ni las leyes, ni el gobierno. En este pueblo, antes los chicos no  iban  a la escuela. Ahora saben leer y escribir. Todas las próximas generaciones sabrán leer y escribir”  

 

                                                                                                MUJERES                                                                     

En todas partes existe una cara, y una cruz, la India no es una excepción. Hay datos negativos y positivos. En 1820 se abrieron las primeras escuelas para niñas y en Bombay en 1848. Existían en 1882 dos mil setecientas escuelas para niñas (la mayoría con un nivel primario), con ciento veintisiete mil estudiantes, ochenta y dos escuelas de nivel secundario, quince institutos de formación de profesores y un colegio superior para mujeres. La educación estaba limitada a una minoría de mujeres de la clase alta urbana, pero esto les llevo a oportunidades de empleo. Estas mujeres llegaron a ser profesores, médicos, enfermeras y llegaron a ser grandes líderes y activistas políticos. Ramabai Renade, era una de estas activistas, que daba clases de costura y primeros auxilios y fue una de las organizadoras de la Conferencia Social Nacional India en 1887. Se formaron organizaciones independientes de mujeres a comienzos del siglo XX. Annie Besant, Margaret Cousins  (una feminista y sufragista irlandesa) y Dorothy Jinarajadasa  fundaron en 1917 la Asociación de Mujeres Indias. En la actualidad el movimiento feminista en la India se presenta con más interrogantes que respuestas. Durante la lucha de la liberación de la India, las mujeres eran la vanguardia en todos los actos y manifestaciones públicas.
 EL RIESGO DE SER MUJER
Si  damos unos cuantos  datos  hay  que recordar que en  los Estados Unidos y en el Reino Unido por cada 105 mujeres hay 100 varones. En la India nos encontramos con 93 mujeres por cada 100 hombres. En lugares como Bangla Desh y en Afganistán, 94 por cada 100; en Pakistán, 92, y en China, 88. Cada punto representa centenares de miles de mujeres. Los cálculos nos hablan de más de sesenta millones de mujeres desaparecidas en el mundo, por causa de infanticidios y abortos provocados. En la India, el aborto se admite sólo en casos graves. En este sentido nuestra moderna ciencia occidental les ha proporcionado pruebas eficaces -la ecografía y la amniocentesis (extracción del liquido amniótico para su examen)- para detectar el futuro nacimiento de una desgracia, una mujer. Las cifras oficiales no tienen en cuenta los pequeños cadáveres enterrados secretamente en los patios de las casas o abandonados en vertederos. Un reciente estudio realizado en el hospital de Bombay testimonia que de ocho mil abortos efectuados tras una amniocentesis, en un sólo caso el feto era masculino. También abunda la desaparición de niñas neonatos (bebes recién nacidos) en los hospitales públicos, hasta el punto en que en algunos se somete a vigilancia a la familia.

Pero, nos preguntamos ¿qué les pasa a las mujeres en la India? La peor calamidad que le puede suceder a una mujer es que muera su esposo. La viuda india no tiene ningún lugar en la sociedad, salvo junto a su marido en la pira funeraria. Una ceremonia de las más escalofriantes es el sutee en donde la mujer debe de ser incinerada junto a su esposo cuando éste muera. Pero todavía hoy en día quedan rastros de esta practica, considerada por algunos ancestral, aunque fue prohibida en 1825. Es así, continuamos hablando de la India, aunque para muchos occidentales les parezca extraño, en Oriente han sido educados de una manera distinta a la de Occidente. Los conflictos suscitados muchas veces por la dote (a menudo por que el padre o no quiere o bien no puede hacerse cargo de la deuda) propician divorcios rápidos o “accidentes domésticos” en los que arden los saris de las mujeres aparentemente de forma accidental. Las cifras que se barajaban en el año 1991 eran de 2449 “suicidios” femeninos, y cada año se declaran 3000 “suicidios” de jóvenes esposas…

¿Qué avances ha logrado la fundación Vicente Ferrer, en el caso de la mujer? Nos tenemos que dar cuenta de que en la India rural la mujer ocupa un pilar fundamental concretamente en lo económico, pero en ningún caso tiene capacidad de gestión y se la ve reducida a un ámbito domestico, en el mejor de los casos. En las aldeas se promovieron asociaciones, grupos de autodefensa y promoción de la mujer. Se han creado pequeños fondos de ahorro comunal, cuyo objetivo es valorar a la mujer para que ésta no dependa exclusivamente del hombre y poder así controlar su propio destino. Cada una de estas asociaciones elige a una de sus miembros, que es formada como trabajadora sanitaria y se encarga de los asuntos sociales y económicos de la mujer.

                                                             ¿Y DONDE ESTA EL AMOR?

Al contrario de cómo entendemos el matrimonio en occidente, en la India, éste siempre esta concertado y es un asunto económico. Se tiene en cuenta la casta, su nivel racial y el dinero. Como en cualquier sociedad machista, el abuso sexual es una constante. Muchas chicas son casadas en la pubertad, para evitar ser victimas del incesto y quedar desvalorizadas. Tras la boda, la mujer es trasladada a la casa de los suegros, donde su valoración dependerá del número de hijos varones que pueda tener y de la dote que haya podido aportar. El objetivo del matrimonio hindú es engendrar hijos. Estamos hablando de un país en donde se utilizan con frecuencia las expresiones “bendecido con hijos”, claro está, si son varones (la mujer es considerada estéril, aunque haya tenido hijos, hasta que para un varón), y se dice que “tener un hijo es como tener dos ojos; tener una hija es como estar tuerto”. Pensemos que cuando una mujer está encinta no goza de favores. Es más, las atenciones durante el posparto suelen ser también pésimas.

                                        ¿QUÉ HABIA ANTES, QUÉ HAY AHORA?

«Antes de la independencia, aquí había árboles, tigres, panteras, monos…» dice Sutí Samna, un viejo vestido con andrajos que nos recuerda como era su pueblo hace medio siglo, pero que no recuerda su edad». Es también la India un país con memoria. Cuando habla Sutí extiende su mano por los campos de Thuthi, una aldea de 155 familias en el extremo nororiental del Estado de Gujarat, en el mismo limite con Rajastán y Madhya Pradesh: “Ya no hay animales salvajes y hasta hace poco casi ni había verde”. Gita, hijo de Sutí, es, también a sus 45 años, un hijo de la medianoche, como Salman Rushdie bautizó a los nacidos al sonar las campanadas de la independencia. «Ahora con el riego, podemos cultivar la tierra y antes no hacíamos nada. Íbamos a la ciudad a buscar trabajo y ahora ir a la ciudad es un placer». Los quince miembros de las cuatro generaciones de la familia Samna se amontonan en una casa cobertizo con algunos aperos  de labranza junto a los que merodea algún ganado y desde donde cada mañana parten para atender las casi cinco mil hectáreas del patrimonio familiar. No tienen radio, ni televisión, ni saben quien es el primer ministro.

Cual es el sentir en la India, como en todas partes son preguntas sin respuesta. Según datos aproximados los hindúes representan el 82 % de la población mientras que los musulmanes son sólo el doce por ciento. Según la profesora de la Universidad de Jawaharla en Nueva Delhi Romila Tapar «Fue la división de la India en dos estados en 1947 lo que la ha convertido en una lucha sucesiva de contiendas. Algunos hindúes sostienen que todos los musulmanes emigran a Pakistán, y acusan a los que permanecieron en la India de ser más leales a Pakistán, destrozando así una identidad política y religiosa.»

                                                                                      RATHA YATRA

Durante el mes de Julio quien haya visitado  las ciudades costeras del estado de Orissa en la India, quizás haya tenido la suerte de presenciar un festival que se celebra todos los años en la ciudad de peregrinación de Jaganatha Puri. Les estamos hablando del Ratha-Yatra,  más conocido como el » Gran Festival de las Carrozas». Más de cinco millones de peregrinos acuden de toda la India para participar en este importante acontecimiento. Sus principales protagonistas son los murtis o Deidades de Jagannath (una forma de Krishna) su hermano Balarama y su hermana Subhadra, cuyas sorprendentes formas tienen su residencia en el milenario templo que es el centro de vida de la ciudad.

Los tres protagonistas son montados en sus gigantescas carrozas, cada una de las cuales posee dieciséis enormes ruedas y mide más de veinte metros de altura. La muchedumbre de peregrinos y devotos del  «Señor del Universo» (significado del nombre de Jagavnath)  se agolpan frente a las carrozas y empiezan a tirar de las cuerdas. Simultáneamente, los grupos de Kirtan (cantos cogregacíonal) que se reúnen frente y alrededor de los carros, entonan sus melodiosos cantos al son de los Kartals (címbalos metálicos) y de las mridangas, (tambores de barro), para el deleite de las Divinidades y de todo el publico presente. Los que han vivido esta experiencia cuentan que en esta atmósfera de espiritualidad se rompen todas las barreras de raza, credo, color, nacionalidad y cualquier otra diferencia externa. Cuenta la leyenda que el rey de Orissa, Indravdyumna, tenía un ferviente deseo de adorar a una divinidad de Krishna. Era tanta la devoción que se pasaba las noches llorando en éxtasis de amor; sólo pudo consolarle una profecía. Poco tiempo después, el mar trajo un madero de grandes dimensiones a la playa de Jagavnath Puri; era el madero que la profecía  había señalado para esculpir a las Divinidades. Se dice que un anciano brahmán  realizaría la labor con la condición de que nadie, ni siquiera el rey, podría entrar en su taller hasta que las Divinidades estuviesen terminadas. La leyenda sigue… En la India se mezclan dos mundos: sus habitantes y un  sin fin de relatos… El rey Indravdyumna escuchaba tras la puerta los sonidos del cincel, esperando impaciente la satisfacción de su deseo. Pero llego un día en que no escucho ningún sonido que procediese del taller, ni al siguiente, ni al otro. Lleno de una ansiedad trascendental abrió la puerta. Allí quietas estaban las tres Divinidades sin terminar. Se apeno mucho pues había roto su promesa y no podría adorar a unas imágenes inacabadas. Pero Krishna se reveló, permitiéndole adorarle en esas formas de rostro inocente y grandes ojos.

Este mismo Festival de Carrozas se empezó a celebrar en Occidente concretamente en la ciudad Norteamericana de San Francisco, cuyo alcalde declara todos los años, el día del Ratha-Yatra fiesta local. También se celebra en otras partes del mundo concretamente en sitios tan dispares como Moscú, Berlín, Milán, Melbourne y, más cercano a nosotros, en Barcelona.

                                                                                             UN APUNTE

El consumo de alcohol golpeaba duramente a los hogares pobres y de la clase trabajadora. Es verdad que las mujeres más pobres -especialmente las que pertenecen a determinadas tribus y castas- participan en el comercio de licores. Entre marzo de 1975 y junio de 1976, las mujeres del Estado de Manipur, se movilizaron en lo que fue conocido como las Patrulleras de la Noche. Equipos de treinta a cincuenta mujeres, con largas cañas de bambú en sus manos y lámparas de petróleo, patrullaban las calles al atardecer. Rodeaban a los borrachos, y les cobraban una multa de cincuenta rupias y los conducían a la comisaría por representar un “un peligro publico”.

Si nos acercamos a la mitología el dios masculino ario Indra asesino a Danu, la gran diosa madre de los harappan. A comienzos de los años ochenta se desarrolló un culto a una nueva diosa, Satoshi Ma,  de quien se dice que surgió en una cueva del Himalaya para traer la paz a las víctimas de la moderna civilización industrial; es una madre divina a quien no se le pueden pedir favores negativos, sino sólo benéficos. La mayoría de sus seguidores son mujeres del norte de la India.

                                                     LA OBRA DE VICENTE FERRER.

 

– 10. 546 padrinos   (o socios permanentes)  con un incremento mensual de más de 300.

– Seiscientos pueblos ( del estado de Andhra Pradesh) se benefician de su ayuda.

– Más de un millón de personas vive de la fundación.

– Tres hospitales, con 200 camas en cada uno, dotados de centros de planificación familiar y 200 ATS. Otro hospital en proyecto.

– Trescientas  cincuenta personas dedicadas a la sanidad (6 médicos, 20 enfermeros, 40 coordinadores)

– 10.000 mujeres esterilizadas y 450 colegios  en funcionamiento.

– 851 comunidades de mujeres (shangams) con 20.000 participantes revalorizan la figura femenina tan despreciada en este país.

– 115 asociaciones que asisten a 3.400 personas discapacitadas (1.800 niños han recibido muletas y piernas ortopédicas, 85 minusválidos, triciclos, 35 aparatos de sordera, 1.187 han obtenido pases de transporte y certificados médicos y muchos niños son alfabetizados)

– 85.710 acres de tierra cercada (empleo para 3.500 personas)

– 417 pequeñas presas construidas para almacenar agua (empleo de 3000 personas por año)

– 6.000.000 de árboles y 1.600.000 frutales han sido plantados desde 1987 a 1995.

– 564 plantas de biogás -energía alternativa que se utiliza para cocinar y evita la tala de árboles y la desertización- han sido construidas, así como 4000 pozos de agua y 2.500 viviendas.

– 12.500 hogares reparados (cubiertas de tejados, grietas, porches…)

  • 228 millones ( el 92% de lo recaudado) fueron gastados en proyectos en el año 1996.

 

Saber más:

 

  • Sede social Fundación Vicente Ferrer. París 71 3ºBarcelona. Tel. 93- 419 02 68
  • La Revolución silenciosa, Alberto Oliveras (Planeta)
  • Encuentro con la realidad, Vicente Ferrer     (Planeta)
  • Fuego Sagrado, Mala Sen                               (Lumen)
  • Pacto de Amor. Mi vida junto a Vicente Ferrer. Ana Ferrer (Espasa Calpe)
  • Vicente Ferrer. Rumbo a las Estrellas. Manolo Rivas. (RBA)

 

 

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