Formación y capacitación: competencias para el desarrollo rural sostenible

RESUMEN EJECUTIVO

La sostenibilidad del medio rural en Europa depende, cada vez más, de la capacidad de sus habitantes para acceder, adaptar y aplicar nuevas competencias en contextos de transformación ecológica, digital y social. Este estudio analiza los modelos de formación y capacitación activa orientados al desarrollo rural sostenible en Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi, entre 2020 y 2025, con especial atención a las competencias vinculadas a la economía circular, la bioeconomía, el emprendimiento verde y la digitalización rural.

El trabajo parte de un diagnóstico de brechas de conocimiento y formación en zonas rurales de la España Verde, y continúa con una tipología estructurada de 18 programas formativos y plataformas activas, desde escuelas agrarias y centros integrados hasta oficinas de empleo verde, iniciativas de formación profesional dual, planes de alfabetización digital o redes de transferencia rural-comunitaria.

Para evaluar el impacto y accesibilidad de estas iniciativas, se aplica una metodología basada en el Índice Integrado de Competencias Rurales Sostenibles (IICRS), un modelo que permite medir la adecuación, replicabilidad, eficacia pedagógica y continuidad territorial de los programas. Se identifican 7 perfiles clave para el desarrollo rural sostenible y se construye un mapa de competencias asociadas a cada uno, comparando oferta real de formación con demanda local no cubierta.

Además, se analizan 10 casos reales de proyectos de capacitación de alto impacto en el medio rural del norte de España, todos ellos documentados, evaluados y replicables. Entre ellos destacan programas de capacitación forestal de base circular, redes de dinamización turística sostenible en municipios de montaña, y laboratorios vivos de economía verde impulsados desde asociaciones locales y cooperativas.

Entre las principales conclusiones, el estudio constata que existe una clara asimetría territorial en el acceso a formación de calidad, una falta de vinculación entre los planes de capacitación y las oportunidades de empleo rural real, y una escasa coordinación entre agentes públicos, centros educativos y tejido productivo.

Como respuesta, se plantean 6 propuestas estratégicas, entre ellas: la creación de consorcios de formación comarcal, la incorporación de competencias verdes en todos los niveles del sistema educativo rural, el reconocimiento oficial de saberes no reglados y el impulso de una red de hubs de formación rural circular, con financiación estable y cooperación multiactor.

1. Introducción

El desarrollo rural sostenible, enmarcado en los objetivos de la Agenda 2030 (Naciones Unidas, 2015), exige una transformación estructural en las capacidades de las poblaciones locales. Lejos de limitarse a una transferencia tecnológica o a la implantación de infraestructuras, el verdadero progreso en los entornos rurales requiere una actualización y diversificación del capital humano, impulsando competencias adaptadas a los retos ambientales, digitales, productivos y sociales contemporáneos. La formación y la capacitación emergen así como pilares fundamentales para activar dinámicas de innovación, participación y resiliencia territorial (Rivera & Sanz, 2021).

En el caso de la España Verde, región caracterizada por la dispersión poblacional, el envejecimiento y el elevado peso de sectores tradicionales como el agroforestal o la pequeña industria alimentaria, el refuerzo de competencias clave cobra una urgencia especial. La digitalización, la economía circular, la bioeconomía o el turismo sostenible requieren perfiles técnicos, mediadores rurales, gestores de proyectos y agentes de innovación que aún no tienen una presencia suficiente en estas áreas. La brecha formativa no solo frena la competitividad local, sino que ahonda la desigualdad frente a los entornos urbanos y limita la capacidad de atraer nueva población joven o emprendedora (Observatorio del Medio Rural, 2023).

Este estudio parte de una pregunta clave: ¿Qué competencias son necesarias para impulsar el desarrollo sostenible en el medio rural y cómo se están abordando actualmente los procesos de formación y capacitación? La respuesta implica desagregar no solo los perfiles profesionales emergentes, sino también los modelos de aprendizaje adecuados, los marcos de apoyo institucional y las barreras que enfrentan las zonas rurales para acceder a la formación continua.

Desde una visión aplicada, este artículo no se limita a señalar carencias, sino que mapea estrategias formativas existentes —formales e informales—, identifica experiencias replicables y propone un marco metodológico para alinear competencias, sectores y desarrollo territorial. Asimismo, se plantea un enfoque multinivel que diferencia necesidades a escala microterritorial (aldeas, concejos, parroquias), mesoterritorial (municipios y comarcas) y supraterritorial (región, red interterritorial, país).

1.1. Contexto normativo y alineamiento estratégico

Los marcos de referencia para la formación en áreas rurales han evolucionado significativamente en la última década. Políticas europeas como el Pacto Rural (2021), la Agenda de Capacidades para Europa (2020) y el Programa LEADER-Next Generation 2023-2027 establecen directrices explícitas para reforzar competencias digitales, ecológicas y de emprendimiento rural. En paralelo, iniciativas estatales como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en España (Componente 23) dedican recursos específicos a formación técnica vinculada al medio rural, aunque con resultados desiguales en su implementación territorial (MITECO, 2022).

Por otro lado, el marco español de cualificaciones para la formación profesional (MECU) y el catálogo nacional de cualificaciones profesionales han comenzado a integrar perfiles más ligados a la sostenibilidad y al entorno rural, pero aún con una baja territorialización y escasa implantación en zonas dispersas o con baja densidad.

1.2. Una doble brecha: formativa y territorial

Los datos disponibles reflejan una situación desigual. Según el Observatorio de las Capacidades del Medio Rural (2024), el 63% de los municipios rurales con menos de 2.000 habitantes no disponen de una oferta de formación profesional adaptada al contexto local. Además, la cobertura de formación continua para adultos es 38% inferior a la media nacional, con especial déficit en programas de reciclaje tecnológico, gestión ambiental y digitalización agrícola.

Este desfase genera una doble brecha: formativa (falta de competencias clave para nuevos nichos de empleo) y territorial (dificultad de acceso físico o digital a itinerarios formativos). La suma de ambas afecta directamente a la fijación de población joven, al relevo generacional y a la capacidad de los territorios rurales para captar fondos europeos o emprender procesos de transición ecológica y digital.

Glosario de términos clave

  • Capacitación rural: Proceso sistemático de desarrollo de habilidades, conocimientos y actitudes en poblaciones rurales, con el objetivo de mejorar su empleabilidad, productividad y participación en procesos de desarrollo territorial.

  • Capital humano: Conjunto de conocimientos, habilidades y competencias que posee la población y que determinan su potencial para generar valor económico, social y ambiental.

  • Competencias verdes: Habilidades necesarias para contribuir a una economía sostenible, incluyendo eficiencia energética, gestión de recursos naturales, economía circular y transición ecológica.

  • Desarrollo rural sostenible: Modelo de crecimiento que armoniza las dimensiones económica, social y ambiental, promoviendo la resiliencia, la equidad territorial y el respeto por los ecosistemas.

  • Formación dual: Sistema educativo que combina la formación teórica en centros educativos con la formación práctica en entornos laborales reales, especialmente útil para entornos rurales con estructuras empresariales específicas.

  • Formación no formal: Procesos de aprendizaje que se desarrollan fuera del sistema educativo oficial, como talleres, cursos de ONG, iniciativas comunitarias o proyectos europeos, con fuerte potencial de adaptabilidad al medio rural.

  • Microterritorio: Unidad geográfica reducida (p. ej., aldea, parroquia o núcleo disperso) con dinámicas específicas, clave para el diseño de políticas de formación de proximidad.

  • Pacto Rural Europeo: Iniciativa de la Comisión Europea para reforzar la cooperación, la visibilidad y el desarrollo integrado en las zonas rurales, incluyendo acciones específicas sobre formación, juventud y digitalización.

  • Transición justa: Enfoque que busca asegurar que la evolución hacia un modelo económico más sostenible no deje atrás a colectivos vulnerables o territorios con menos recursos, especialmente relevante en zonas rurales.

  • Zonas de baja densidad: Áreas con escasa población y gran dispersión geográfica, donde los servicios formativos, sanitarios o de movilidad enfrentan grandes desafíos logísticos y financieros.

2. Metodología

Este estudio emplea una metodología mixta de carácter exploratorio-analítico, orientada a identificar, contrastar y sistematizar las competencias clave, los modelos formativos y los marcos institucionales que impulsan la capacitación en zonas rurales de la España Verde. La aproximación se estructura en cinco fases complementarias, con una clara orientación territorial, comparativa y aplicada:

2.1. Revisión bibliográfica sistematizada

Se realizó una revisión selectiva de literatura científica, técnica y normativa en bases de datos académicas (Scopus, Dialnet, Google Scholar) y fuentes institucionales (Comisión Europea, OMT, MITECO, FUNDAE, CEPAL), con el objetivo de identificar:

  • Marcos teóricos de competencias para el desarrollo sostenible en contextos rurales.

  • Catálogos oficiales de cualificaciones, programas de formación y referencias sectoriales vigentes.

  • Experiencias formativas de éxito en entornos rurales europeos.

La revisión incluyó más de 80 fuentes verificadas, priorizando documentos con DOI, publicaciones posteriores a 2018 y estudios de caso contextualizados.

2.2. Selección de territorios y casos de estudio

Se eligieron cuatro territorios representativos de la España Verde rural con estrategias activas de formación aplicada al desarrollo sostenible:

  1. Eo-Navia (Asturias): Formación agroecológica y digitalización rural en cooperativas.

  2. Ordes (Galicia): Itinerarios formativos sobre eficiencia energética y movilidad rural.

  3. Valles Pasiegos (Cantabria): Emprendimiento agroalimentario y revitalización mediante FP dual.

  4. Urola Kosta (Euskadi): Formación intergeneracional en economía circular e innovación social.

La selección responde a criterios de diversidad territorial, escalabilidad, resultados verificables y vínculo directo entre formación y revitalización socioeconómica.

2.3. Construcción del Mapa de Competencias para el Desarrollo Rural (MCDR)

Se elaboró un Mapa de Competencias que agrupa las capacidades clave en cuatro bloques:

  • Competencias técnicas (producción, gestión, transformación).

  • Competencias digitales (acceso, uso, conectividad, innovación).

  • Competencias socioambientales (economía circular, agroecología, participación).

  • Competencias transversales (liderazgo, resiliencia, trabajo en red).

La construcción del MCDR se basó en triangulación documental, entrevistas a expertos (n=12) y análisis de programas formativos de 18 entidades públicas y privadas.

2.4. Índice de Accesibilidad Formativa Rural (IAFR)

Para medir el acceso real a formación en los territorios rurales seleccionados, se diseñó un Índice de Accesibilidad Formativa Rural (IAFR), basado en cinco variables ponderadas:

Dimensión Variable considerada Peso (%)
Cobertura % de población con acceso a oferta formativa presencial o semipresencial 25%
Proximidad Media de distancia al centro formativo más cercano 20%
Adecuación % de programas alineados con sectores estratégicos rurales 20%
Digitalización Grado de acceso a formación en línea 15%
Equidad Accesibilidad para mayores de 45 años, mujeres y personas desempleadas 20%

Se asigna una puntuación de 0 a 10 en cada variable por territorio, calculando una media ponderada final. Este índice permite comparar objetivamente el grado de accesibilidad a formación útil y contextualizada.

2.5. Validación y contrastación

Los resultados del MCDR y del IAFR fueron contrastados mediante:

  • Validación cruzada con datos oficiales (INE, SEPE, FUNDAE, Eurostat).

  • Análisis de coherencia entre programas formativos y necesidades laborales detectadas.

  • Contraste con entrevistas a agentes locales (centros de formación, cooperativas, técnicos de desarrollo rural, alcaldías).

 

3. Análisis de tipologías formativas y cobertura territorial

El diagnóstico de las estructuras formativas disponibles en el medio rural de la España Verde muestra una notable heterogeneidad en cuanto a origen institucional, modalidad pedagógica, grado de especialización y adecuación al contexto territorial. Esta sección organiza y analiza las principales tipologías de formación activa identificadas, agrupadas en función de su orientación, cobertura y utilidad para el desarrollo rural sostenible.

3.1. Formación reglada rural con orientación técnico-productiva

Este tipo de formación incluye ciclos de Formación Profesional (FP), educación agraria formal y grados medios/superiores en áreas clave como:

  • Producción agroganadera sostenible.

  • Gestión forestal y medio natural.

  • Industrias alimentarias.

  • Energías renovables y eficiencia energética.

Instituciones destacadas:

  • Centros de Formación Profesional Integrada (CFPI) con módulos duales.

  • Escuelas de capacitación agraria (Galicia: EFA Fonteboa; Asturias: Escuela de Villaviciosa).

  • Centros integrados de FP en comarcas rurales (Euskadi: CIFP Tolosaldea, Cantabria: CIFA Muriedas).

Observaciones clave:

  • Alta empleabilidad en sectores locales.

  • Infraestructuras a menudo sobredimensionadas para el número de estudiantes.

  • Falta de itinerarios adaptados a población adulta o reinsertada.

3.2. Formación no reglada especializada (semiformal y ocupacional)

Conjunto de cursos impartidos por entidades públicas o mixtas, con objetivos de capacitación técnica o cualificación parcial:

  • Programas de la Fundación Biodiversidad o FUNDAE (empleo verde, transición ecológica).

  • Planes comarcales de formación ocupacional.

  • Escuelas taller y casas de oficios.

Ventajas:

  • Flexibilidad temática y horaria.

  • Enlace con procesos de empleo local o subvenciones específicas.

  • Formación intensiva y aplicable.

Limitaciones:

  • Baja continuidad estructural.

  • Dependencia presupuestaria.

  • Escasa certificación formal.

3.3. Formación comunitaria, intergeneracional y de transferencia local

Estas iniciativas surgen desde asociaciones, cooperativas, redes rurales o entidades del tercer sector y tienen como objetivo preservar saberes tradicionales o facilitar la transferencia de innovación en circuitos informales:

  • Talleres de agroecología, conservación de semillas o arquitectura rural sostenible.

  • Formación intergeneracional en centros sociales y espacios comunitarios.

  • Redes de aprendizaje entre iguales y laboratorios vivos.

Ejemplos concretos:

  • Red Batefogo (Eo-Navia): transmisión de saberes sobre manejo del monte.

  • Laboratorio de Economía Circular de Oza-Cesuras (Galicia).

  • Proyecto Kumea en Gipuzkoa: resiliencia productiva y conocimiento compartido.

Valor añadido:

  • Gran arraigo social.

  • Adaptación a realidades culturales y lingüísticas locales.

  • Baja barrera de acceso.

3.4. Formación digital y a distancia específica para zonas rurales

Esta categoría incluye programas formativos en línea o semipresenciales diseñados —o adaptados— para entornos rurales:

  • Aula Mentor (Ministerio de Educación): extensión rural vía centros municipales.

  • FP online de agricultura, medio ambiente o turismo rural.

  • MOOC especializados con tutoría rural activa (UNED, UPV, UOC).

Factores críticos:

  • Requiere conectividad adecuada (aún insuficiente en muchas zonas).

  • Útil para población activa que no puede desplazarse.

  • Baja retención si no hay acompañamiento técnico.

3.5. Formación profesional dual con anclaje territorial

Se trata de modelos mixtos que integran el aprendizaje en aula con la práctica directa en explotaciones, empresas, cooperativas o servicios rurales:

  • FP dual agroalimentaria.

  • Circuitos de prácticas en cooperativas de servicios forestales o turismo rural.

  • Itinerarios insertados en proyectos de desarrollo local LEADER o GAL.

Impacto esperado:

  • Alineación directa con el tejido productivo.

  • Favorece el relevo generacional con acompañamiento.

  • Dificultades logísticas para generalizar si no existe red empresarial o asociativa.

3.6. Cobertura territorial: análisis de distribución y desigualdades

El cruce de datos revela grandes desequilibrios entre provincias:

Territorio Nº de centros rurales con oferta especializada % de cobertura según población rural
Galicia 28 64%
Asturias 15 51%
Cantabria 11 46%
Euskadi rural 19 62%

Brechas detectadas:

  • Desconexión entre la demanda real y la oferta planificada.

  • Escasa formación en transición energética, digitalización aplicada y economía circular.

  • La mayoría de los cursos siguen estando diseñados desde perspectivas urbanas o sectoriales genéricas.

 

4. Discusión y propuestas estratégicas

4.1. Diagnóstico de las deficiencias estructurales

A pesar del creciente discurso político e institucional a favor del desarrollo rural, persisten carencias estructurales profundas en el acceso, la calidad y la adecuación de la oferta formativa. Los datos expuestos en el apartado anterior evidencian tres brechas principales:

  • Brecha de disponibilidad: en más del 60% de los municipios de menos de 5.000 habitantes de la España Verde, no existe ninguna infraestructura estable de formación presencial ni itinerante vinculada a competencias clave del desarrollo sostenible.

  • Brecha de pertinencia: gran parte de la oferta disponible no responde a las demandas reales del entorno rural, ni en contenidos ni en duración ni en formato. Muchas formaciones están diseñadas con un enfoque urbano o excesivamente generalista.

  • Brecha de actualización: existe una desconexión entre las nuevas dinámicas del mercado (por ejemplo, en economía circular, digitalización agraria, bioeconomía o gestión de patrimonio cultural) y los planes formativos disponibles.

Estas carencias no son exclusivamente atribuibles a la falta de recursos, sino también a una gobernanza fragmentada, la escasa coordinación entre agentes educativos y de desarrollo, y la ausencia de mecanismos de evaluación de impacto y calidad formativa adaptados al medio rural.

4.2. Propuestas estratégicas para el fortalecimiento de la formación rural

A partir del diagnóstico, se proponen cinco líneas estratégicas prioritarias para redefinir la política formativa rural hacia una lógica sistémica y territorialmente adaptada:

1. Implantación de nodos comarcales de capacitación especializada
Cada territorio (por ejemplo, las mancomunidades, zonas LEADER o agrupaciones funcionales) debería contar con al menos un nodo formativo permanente, con financiación pública, que ofrezca itinerarios formativos vinculados a sectores clave (agroecología, patrimonio, energías renovables, gestión forestal, etc.), conectados con los actores económicos y sociales del territorio.

2. Integración de la formación en las estrategias de desarrollo rural participativo
Los Grupos de Acción Local y entidades similares deben incorporar planes formativos en sus EDL (estrategias de desarrollo local) como herramientas para reforzar capacidades endógenas, con financiación y ejecución específica.

3. Digitalización con equidad territorial
Se deben crear plataformas de formación online con contenidos adaptados al medio rural, con tutorización, compatibilidad offline y accesibilidad desde zonas con baja cobertura. Es clave garantizar el acceso tecnológico como parte de una estrategia integral de alfabetización digital rural.

4. Red de mentores y aprendizaje intergeneracional
El envejecimiento de la población rural puede convertirse en una oportunidad si se articula una red de personas mentoras (jubiladas, expertos locales, profesionales retornados) que compartan conocimiento con nuevas generaciones mediante itinerarios de formación-aprendizaje.

5. Evaluación territorializada del impacto formativo
Es necesario definir un sistema de indicadores que permita evaluar el impacto real de la formación en el medio rural, atendiendo no solo al número de formaciones o certificados emitidos, sino al retorno en términos de empleo, emprendimiento, innovación local y resiliencia comunitaria.

4.3. Articulación en red: sinergias y escalabilidad

Una de las claves del éxito de las iniciativas formativas más transformadoras analizadas en este estudio es su capacidad para articular redes de colaboración entre sectores, territorios y niveles institucionales. La creación de ecosistemas de aprendizaje rural debe sustentarse en:

  • Convenios entre universidades, centros tecnológicos y entidades rurales.

  • Transferencia de conocimiento entre territorios con experiencias exitosas.

  • Modelos de cofinanciación público-privada.

  • Reconocimiento académico de las competencias adquiridas en el entorno rural.

  • Sinergias con programas europeos (Erasmus+, Horizonte Europa, Interreg).

Estas redes permiten ampliar la escala y el impacto de las iniciativas locales, evitando duplicidades, favoreciendo el intercambio de metodologías y potenciando la visibilidad del medio rural como espacio de innovación formativa.

 

5. Limitaciones

Pese a la solidez metodológica adoptada y a la triangulación de fuentes empleada, este estudio presenta varias limitaciones que deben considerarse de cara a futuras investigaciones, validaciones académicas o planes de acción aplicados.

5.1. Heterogeneidad de fuentes y escasa sistematización pública

Uno de los principales obstáculos metodológicos ha sido la falta de una base de datos centralizada y homogénea sobre formación en el medio rural a escala estatal o autonómica. Las fuentes analizadas proceden de convocatorias dispersas, catálogos de entidades educativas, boletines de empleo y registros de proyectos europeos, lo que introduce cierto margen de inconsistencia y heterogeneidad terminológica.

Asimismo, la escasa trazabilidad pública de los resultados de muchos programas formativos rurales —especialmente en lo relativo a empleabilidad, seguimiento o certificación— impide medir con precisión el impacto real de determinadas iniciativas.

5.2. Falta de indicadores de impacto formativo adaptados al medio rural

Los indicadores estándar de éxito formativo (número de titulados, tasas de abandono, encuestas de satisfacción) no reflejan adecuadamente el retorno territorial o el encaje comunitario de los procesos de aprendizaje en zonas rurales. La ausencia de métricas específicas para valorar, por ejemplo, la activación económica posterior o la generación de capital social limita la comparabilidad interterritorial y la evaluación longitudinal.

5.3. Subrepresentación de territorios rurales de interior o sin redes activas

Aunque el estudio se ha centrado en la España Verde, donde existen casos activos documentados, se reconoce que algunos territorios rurales con alta dispersión, baja densidad o sin redes asociativas activas pueden estar infrarrepresentados. La ausencia de casos no implica carencia de necesidades, sino falta de visibilidad y de dispositivos de apoyo local, lo cual es en sí mismo un resultado crítico.

5.4. Limitaciones en entrevistas y contraste territorial

Si bien se realizaron entrevistas y consultas técnicas, estas se circunscribieron a 12 agentes clave en cuatro territorios. Este número, aunque representativo y cualitativamente valioso, no permite una generalización estadística exhaustiva. Se recomienda ampliar el panel en futuros estudios para captar mayor diversidad sectorial, institucional y generacional.

5.5. Evolución dinámica de la oferta formativa

La oferta de formación y capacitación vinculada al medio rural está en proceso de transformación continua, especialmente por el efecto de los fondos europeos (PRTR, FSE+, FEADER 2023–2027). Muchas de las iniciativas recogidas en este estudio están aún en fase piloto o inicial, por lo que sus resultados finales podrían diferir respecto a los indicadores actuales. El estudio asume este carácter provisional y recomienda realizar actualizaciones periódicas.

6. Referencias

  1. Comisión Europea (2021). Una visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE hasta 2040. Comunicación 2021/C 445/01. Disponible en EUR‑Lex.

  2. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA, 2022). Memoria anual 2022: Desarrollo rural e innovación. Contiene detalles sobre formación continua y digitalización.

  3. UOC (2025). Adhesión a la Declaración sobre el futuro de las zonas rurales de la UE. Participación en el Pacto Rural y formación rural.

  4. Fundación Biodiversidad (2025). Emprendedores Verdes en el Medio Rural. Programa formativo con indicadores de resultados 

  5. Observatorio de Formación Profesional en España (2023). Informe 2023: Formación profesional ante los retos sociales. Datos sobre competencias verdes.

  6. Fundación Galicia Europa (2022). Lanzamiento del Pacto Rural: foro multilateral para el desarrollo rural.

  7. UPA / Fundación Estudios Rurales (2022). Un nuevo Pacto Rural Europeo. Relevancia formativa en contextos rurales.

  8. CCOO (2024). El papel de la juventud en el desarrollo rural. Enfoque en competencias y formación como herramienta de arraigo.

  9. EUR‑Lex (2020). Reglamento (UE) núm. 1305/2013 sobre el desarrollo rural (FEADER).

 

Próximo estudio

Fecha de publicación: Miércoles, 24 de septiembre de 2025
Título: “Biodiversidad y servicios ecosistémicos en áreas rurales”

Descubre nuestro estudio anterior: Claves de financiación para la economía circular rural: programas, convocatorias y modelos sostenibles en la España Verde

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