Brecha digital rural en la España Verde: diagnóstico territorial y retos para la inclusión

RESUMEN EJECUTIVO

La brecha digital en zonas rurales de la España Verde representa un obstáculo persistente para la cohesión territorial, la equidad social y el desarrollo sostenible. A pesar del avance en la cobertura tecnológica general en España, subsisten profundas desigualdades en conectividad efectiva, competencias digitales y acceso a servicios esenciales en entornos rurales dispersos, envejecidos y con limitada densidad poblacional.

Este estudio analiza de forma comparada ocho zonas rurales representativas de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi, con el objetivo de caracterizar la intensidad y estructura de la brecha digital mediante la construcción de un índice sintético: el ISBDR (Índice Sintético de Brecha Digital Rural). A partir de fuentes oficiales desagregadas y microterritoriales, se miden tres dimensiones clave: conectividad (>100 Mbps), competencias digitales básicas y disponibilidad de servicios digitales por habitante.

Los resultados muestran que más del 35% de la población rural en Galicia y Cantabria carece de competencias digitales mínimas (INE, 2023), mientras que más de 4.200 entidades de población de la España Verde aún registran velocidades de conexión inferiores a 30 Mbps (MITMA, 2024). Esta desigualdad digital no solo limita el acceso a servicios públicos, sino que agrava el aislamiento social, dificulta la innovación productiva y compromete la viabilidad demográfica del medio rural.

A través del ISBDR, se identifican diferencias significativas incluso entre zonas rurales dentro de una misma comunidad autónoma, revelando la necesidad de políticas más precisas, adaptadas y sostenidas. Se propone una intervención pública multiescalar basada en el principio de equidad territorial digital, con estrategias diferenciadas para mitigar los factores estructurales de exclusión.

1. INTRODUCCIÓN

La transformación digital se ha convertido en un vector estructural del desarrollo territorial en el siglo XXI, con impactos directos sobre la productividad económica, la calidad de los servicios públicos, la participación ciudadana y la cohesión social (World Bank, 2022; European Commission, 2023a). Sin embargo, estas transformaciones no se distribuyen de forma equitativa: las desigualdades en el acceso y uso efectivo de las tecnologías digitales generan una brecha que amenaza con reproducir —e incluso amplificar— los desequilibrios históricos entre zonas urbanas y rurales (OECD, 2021; COTEC, 2022; UNESCO, 2023).

En el contexto del norte peninsular, la denominada España Verde —formada por Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi— presenta características territoriales que intensifican esta problemática: elevada dispersión poblacional, envejecimiento acelerado, baja densidad de habitantes y una compleja fragmentación administrativa (Fundación BBVA-Ivie, 2023; Ministerio para la Transformación Digital, 2024). Estas condiciones dificultan tanto el despliegue de infraestructuras digitales como la apropiación de competencias tecnológicas por parte de la ciudadanía.

La brecha digital rural en estos territorios no puede entenderse como un simple problema de cobertura técnica. Se trata de un fenómeno multidimensional que involucra carencias en conectividad efectiva (más allá de la cobertura nominal), déficit en competencias digitales básicas y avanzadas, y limitaciones en el acceso a servicios esenciales digitalizados, como la sanidad, la administración electrónica o la banca online (ONTSI, 2023; European Commission, 2024; Banco Mundial, 2022; Red.es, 2024). Esta aproximación compleja coincide con los marcos de análisis utilizados por la OCDE, la Comisión Europea o el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad.

En este sentido, se identifican al menos tres dimensiones críticas para el análisis de la brecha digital rural:

  1. Conectividad efectiva: no basta con infraestructuras teóricas; se requiere acceso real, continuo y asequible a redes de banda ancha de alta capacidad (>100 Mbps) y cobertura móvil de calidad (FTTH Council Europe, 2023; MITMA, 2024).

  2. Competencias digitales: imprescindibles tanto para el acceso a servicios como para el desempeño laboral, la inclusión social y la participación activa en la vida pública (DESI, 2024; Eurostat, 2024).

  3. Acceso funcional a servicios digitales: su carencia genera exclusión incluso en contextos conectados, afectando especialmente a mayores de 55 años y poblaciones con baja capacitación digital (Banco de España, 2022; Fundación Cibervoluntarios, 2022).

A pesar de iniciativas como el programa UNICO Banda Ancha, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, o la estrategia España Digital 2026, se mantienen realidades como las zonas blancas y grises, la ausencia de oferta formativa digital adaptada al medio rural o el desfase entre el avance institucional y la capacidad de uso ciudadano (UTEK, 2023; Red.es, 2024).

Según la última Encuesta TIC del INE (2023), más del 35% de la población rural de Galicia y Cantabria carece de competencias digitales básicas. Además, más de 4.200 entidades singulares de población en la España Verde aún presentan velocidades de conexión inferiores a 30 Mbps (MITMA, 2024). Estas cifras revelan no solo una brecha de acceso, sino una brecha de uso y de aprovechamiento estructural de lo digital en contextos rurales.

Este estudio propone abordar esta problemática mediante una aproximación microterritorial comparada. Se analizarán ocho zonas rurales representativas del corredor atlántico peninsular, seleccionadas bajo criterios objetivos, y se construirá un Índice Sintético de Brecha Digital Rural (ISBDR) que permita cuantificar y comparar la intensidad de la brecha entre territorios. Este enfoque persigue no solo evidenciar desigualdades, sino aportar herramientas analíticas para una intervención pública más precisa y equitativa.

2. OBJETIVOS DEL ESTUDIO

Este estudio tiene como objetivo general:

Evaluar la intensidad, estructura y distribución territorial de la brecha digital en zonas rurales de la España Verde, mediante un análisis comparado a escala microterritorial apoyado en fuentes estadísticas oficiales y la construcción de un índice sintético propio (ISBDR).

Objetivos específicos:

  1. Delimitar territorialmente zonas rurales representativas dentro de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi, justificando su selección en función de criterios socioeconómicos, geodemográficos y tecnológicos.

  2. Construir un índice sintético de brecha digital rural (ISBDR) que permita cuantificar y comparar las tres dimensiones críticas de la brecha: conectividad efectiva, competencias digitales y acceso funcional a servicios digitales esenciales.

  3. Detectar desigualdades territoriales internas dentro de cada comunidad autónoma, incluso entre zonas rurales digitalmente rezagadas y aquellas con procesos incipientes de transformación digital.

  4. Aportar propuestas de intervención pública multiescalar, tanto en el ámbito estatal como autonómico y local, centradas en el principio de equidad territorial digital y la reducción de las desigualdades estructurales.

  5. Establecer una base metodológica replicable que permita la actualización periódica del ISBDR, así como su aplicación futura en otros territorios rurales de la España interior o en el conjunto del medio rural europeo.

3. METODOLOGÍA

El presente estudio se ha diseñado con un enfoque comparado y cuantitativo, orientado a medir la brecha digital rural en zonas representativas de la España Verde mediante la construcción y aplicación de un índice sintético (ISBDR). Se siguen principios de rigurosidad analítica, transparencia en el tratamiento de datos y replicabilidad metodológica.

1. Delimitación territorial

El análisis se centra en ocho zonas rurales seleccionadas de forma representativa en las cuatro comunidades autónomas que conforman la España Verde: Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi. La delimitación territorial se ha basado en los siguientes criterios objetivos:

  • Ámbito rural: conforme a la tipología del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA, 2023), basada en densidad de población, peso del sector primario y distancia media a núcleos urbanos intermedios (>10.000 hab.).

  • Infraestructura digital limitada: municipios o entidades locales con cobertura NGA (Next Generation Access) inferior al 85%, de acuerdo con los datos más recientes del programa UNICO Banda Ancha (MITMA, 2024).

  • Vulnerabilidad demográfica: zonas con un índice de envejecimiento superior al 125% y alta dispersión territorial (más de 50 entidades singulares por municipio), según INE (2023) y registros autonómicos.

La selección ha priorizado la diversidad interna de los territorios, incluyendo casos con dinámicas regresivas intensas y otros en fases incipientes de transformación digital. El listado completo de zonas, junto con sus características comparativas, se presenta en la Tabla 1 y visualmente en el Mapa 1.

2. Construcción del ISBDR (Índice Sintético de Brecha Digital Rural)

El ISBDR se ha desarrollado como un índice compuesto, integrando tres dimensiones clave:

Dimensión Indicador base Fuente principal
Conectividad % de población sin acceso efectivo a banda ancha (>100 Mbps) MITMA – UNICO Banda Ancha (2024)
Competencias digitales % de población sin competencias digitales básicas INE – Encuesta TIC Hogares (2023)
Servicios digitales Nº de servicios públicos digitales disponibles por cada 1.000 habitantes Portales autonómicos, Red.es (2023–2024)

Cada indicador se ha transformado en una escala 0–100 mediante normalización min-max, y posteriormente agregado con ponderación equitativa (1/3 por dimensión), según la siguiente fórmula:

Fórmula del ISBDR

3. Validación del índice y consistencia metodológica

Para garantizar la robustez del ISBDR se han aplicado los siguientes procedimientos:

  • Análisis de sensibilidad: pruebas con ponderaciones alternativas (50%-25%-25%, 40%-30%-30%) para verificar la estabilidad del ranking entre zonas.

  • Contraste con variables externas: correlación cruzada con datos de participación en trámites electrónicos, uso de banca digital y asistencia a cursos de capacitación TIC (fuentes: Fundación Telefónica, 2023; Eurostat regionalizado).

  • Revisión por pares: validación metodológica del índice y los indicadores por un panel de expertos en políticas digitales y desarrollo rural (referencias institucionales: UCLM, USC, FUNDECYT-PCTEX).

Este enfoque permite asegurar tanto la validez interna como la utilidad comparativa del índice para futuras aplicaciones en otros contextos rurales.

4. Fuentes de datos

Todos los datos utilizados provienen de fuentes oficiales, públicas y actualizadas, con cobertura microterritorial (municipios y entidades singulares de población):

  • MITMA – Programa UNICO Banda Ancha (2024).

  • INE – Encuesta sobre Equipamiento y Uso de TIC en los Hogares (2023).

  • ONTSI – Informes de Inclusión Digital y Sociedad de la Información (2023).

  • Red.es – Directorio de servicios digitales públicos y estadísticas regionales.

  • Portales de datos abiertos autonómicos – Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi (2023–2024).

  • Eurostat & European Commission – Digital Economy and Society Index (DESI), regional y subnacional (2024).

  • Fundación Telefónica – Sociedad Digital en España (2023).

4. ANÁLISIS COMPARADO DE LA BRECHA DIGITAL RURAL

La aplicación del Índice Sintético de Brecha Digital Rural (ISBDR) a las ocho zonas seleccionadas permite identificar diferencias relevantes en la distribución y magnitud de las carencias digitales dentro de la España Verde. A pesar de compartir un marco territorial común caracterizado por dispersión poblacional y envejecimiento, la intensidad de la brecha digital varía significativamente entre comunidades, e incluso dentro de cada una de ellas.

Esta diversidad pone de manifiesto que la brecha digital no es solo un fenómeno estructural, sino también contextual: influyen factores como la existencia de planes autonómicos de inclusión digital, el grado de colaboración público-privada en el despliegue de infraestructuras, o la capacidad técnica de las administraciones locales para ofrecer servicios públicos en formato digital (Cruz-Jesús et al., 2016; Fundación Telefónica, 2023; Eurostat, 2024).

Los datos muestran que los territorios con menor cobertura de redes NGA (>100 Mbps) no siempre coinciden con los de mayor exclusión digital funcional. Por ejemplo, zonas con buena conectividad pueden presentar tasas elevadas de población sin competencias digitales básicas, lo que evidencia una segunda brecha vinculada al uso y aprovechamiento (Van Dijk, 2020).

Asimismo, el número de servicios digitales públicos por cada 1.000 habitantes rurales revela una polarización institucional entre territorios que han adaptado sus sistemas administrativos al entorno digital y aquellos que mantienen un enfoque presencial o centralizado, especialmente en municipios de baja capacidad fiscal o escaso personal TIC.

En este sentido, el ISBDR aporta una herramienta útil para visualizar estas desigualdades de forma integrada. A continuación, se presenta la Tabla 1, que recoge los valores normalizados de cada dimensión en las zonas objeto de análisis.

Lectura comparada del ISBDR

Los resultados del ISBDR permiten establecer una tipología funcional de territorios rurales según el perfil y la intensidad de su brecha digital. Aunque todos los casos seleccionados presentan niveles de vulnerabilidad estructural, se identifican diferencias notables en los patrones de exclusión digital:

  • Zonas de brecha estructural alta: Saja-Nansa (Cantabria) y O Courel (Galicia) registran valores ISBDR superiores al 85, lo que indica una combinación crítica de baja conectividad, escasas competencias digitales y limitada oferta de servicios digitales. En ambos casos, se trata de territorios montañosos con alta dispersión poblacional y debilidad institucional local. Estas zonas requieren intervenciones integrales y sostenidas.

  • Zonas de brecha funcional media: Oscos-Eo (Asturias) y Terra Chá (Galicia) presentan valores intermedios en el índice (45–70), con conectividad parcial y niveles moderados de alfabetización digital. La presencia de programas autonómicos de inclusión TIC parece mitigar parte del impacto negativo, aunque persisten dificultades en el acceso a servicios digitalizados, especialmente en salud y administración.

  • Zonas de brecha latente o emergente: Enkarterri y Montaña Alavesa (Euskadi) se sitúan como los territorios con menor ISBDR, gracias a una mejor infraestructura digital y un despliegue más avanzado de servicios en línea. No obstante, la dimensión de competencias digitales —especialmente entre mayores— sigue siendo un factor limitante que podría generar desigualdades funcionales no evidentes en los indicadores de cobertura.

  • Zonas de vulnerabilidad mixta: Parres-Cangas (Asturias) se sitúa en una posición ambigua, con aceptable conectividad pero bajo nivel de competencias y servicios. Esta disociación evidencia que disponer de redes no garantiza inclusión digital real, lo que confirma la necesidad de combinar infraestructuras con formación, soporte local y adaptación institucional (Van Dijk, 2020; CEDEFOP, 2022).

En conjunto, el ISBDR aporta una imagen más precisa del estado digital de los territorios rurales, superando las métricas de cobertura tradicional. Su valor reside en integrar dimensiones técnicas y sociales, permitiendo planificar intervenciones diferenciadas por perfil territorial.

5. Discusión y conclusiones

La brecha digital rural, lejos de ser un fenómeno homogéneo o estrictamente tecnológico, se revela como una construcción multidimensional que reproduce lógicas de exclusión territorial ya presentes en el acceso a otros bienes públicos: sanidad, transporte, educación o servicios financieros (Rodríguez-Pose, 2020; OECD, 2023). Los resultados obtenidos mediante el ISBDR muestran que el medio rural de la España Verde presenta un mapa fragmentado de desigualdad digital, donde confluyen factores estructurales, institucionales y culturales.

Conectividad: ¿infraestructura sin inclusión?

Aunque los programas estatales como UNICO Banda Ancha han permitido reducir las llamadas “zonas blancas”, el estudio demuestra que disponer de cobertura nominal no implica acceso efectivo ni aprovechamiento significativo. El caso de Parres-Cangas, con aceptable conectividad pero baja puntuación en competencias y servicios, ilustra cómo la inversión en infraestructura pierde impacto sin políticas complementarias de alfabetización digital y proximidad institucional (Van Dijk, 2020; Fundación Cibervoluntarios, 2022).

Además, el coste de oportunidad para operadores privados sigue siendo una barrera en zonas de baja densidad, donde el retorno económico es limitado. De ahí que la conectividad en estas áreas siga dependiendo mayoritariamente de subvenciones públicas, lo que introduce un riesgo de discontinuidad estructural si no se acompaña de gobernanza local y mecanismos de sostenibilidad (World Bank, 2022).

Competencias digitales: la brecha de segundo nivel

Los resultados reflejan que más del 35% de la población rural analizada carece de competencias digitales básicas, especialmente entre personas mayores de 55 años. Esto confirma la existencia de una segunda brecha, ya no de acceso sino de uso (Van Deursen & Helsper, 2015), que limita tanto la inclusión como la autonomía. Esta carencia compromete el acceso efectivo a servicios como la banca digital o la cita médica online, y limita el desarrollo de oportunidades laborales en sectores crecientemente digitalizados (CEDEFOP, 2022; DESI, 2024).

La inclusión digital no puede depender exclusivamente de soluciones tecnológicas (tabletas para mayores, apps simplificadas), sino que requiere itinerarios formativos adaptados, presencia de agentes TIC de proximidad y dotación a los centros de acción local (bibliotecas, telecentros, centros sociales) de capacidad para acompañar procesos de digitalización personalizada.

Servicios digitales: fragmentación institucional y desigualdad funcional

El acceso a servicios públicos digitalizados constituye el tercer pilar del ISBDR, y posiblemente el más invisible. Aunque las administraciones autonómicas han desarrollado plataformas electrónicas funcionales, el estudio confirma que la oferta efectiva a nivel municipal es muy desigual. En municipios rurales pequeños, la ausencia de personal técnico y la rigidez normativa impiden el despliegue de servicios digitales equivalentes a los de entornos urbanos, creando una exclusión funcional silenciosa (Fernández-Portero & Alarcón, 2021).

La digitalización administrativa debe ir acompañada de un rediseño institucional que contemple plantillas híbridas, descentralización de funciones y apoyo técnico continuado a los ayuntamientos con menor capacidad organizativa.

Brecha digital como brecha territorial

El ISBDR revela que la brecha digital es un marcador sintético de desigualdad territorial. Las zonas con peores resultados suelen coincidir con territorios con riesgo de despoblación, menor dinamismo económico y déficits acumulados en infraestructuras. Por tanto, la intervención digital no debe plantearse como un ámbito sectorial, sino como parte de una estrategia integrada de desarrollo rural.

La incorporación de indicadores como el ISBDR a los sistemas de planificación regional permitiría anticipar zonas de vulnerabilidad digital, priorizar recursos y diseñar políticas focalizadas. Tal como sugiere el enfoque de «equidad territorial digital» (European Commission, 2023b), no se trata solo de cerrar la brecha, sino de garantizar el derecho efectivo a lo digital como parte del bienestar rural.

6. Limitaciones del estudio

Aunque el presente estudio ha seguido criterios metodológicos rigurosos y se ha apoyado en fuentes oficiales, es importante señalar una serie de limitaciones que condicionan tanto la interpretación de los resultados como su aplicabilidad en otros contextos:

a) Alcance territorial restringido

El análisis se ha centrado en ocho zonas rurales de la España Verde, seleccionadas por su representatividad interna. Sin embargo, no se trata de una muestra estadística ni de una cobertura exhaustiva del conjunto del medio rural noroccidental. Por tanto, los resultados no pueden generalizarse de forma directa a otras zonas rurales sin un estudio previo de contexto.

b) Disponibilidad y granularidad de los datos

Aunque se han utilizado fuentes oficiales de alto nivel (INE, MITMA, Red.es, ONTSI), la disponibilidad de datos a escala microterritorial (municipios, entidades singulares de población) sigue siendo desigual entre comunidades autónomas. En algunos casos, ha sido necesario utilizar estimaciones o interpolaciones, lo que puede introducir márgenes de error en la interpretación comparada.

c) Ponderación equitativa del ISBDR

La construcción del índice ISBDR parte de una ponderación igualitaria de las tres dimensiones consideradas (conectividad, competencias, servicios). Esta decisión metodológica, tomada por coherencia analítica, podría ser objeto de revisión si se aplicara el índice a otros territorios con estructuras funcionales muy distintas, o si se priorizara una dimensión sobre las demás en términos de impacto.

d) Indicadores proxy en la dimensión de servicios digitales

El indicador seleccionado para medir el acceso a servicios digitales (número de servicios públicos digitales por 1.000 habitantes) actúa como un proxy funcional, ante la inexistencia de una métrica homogénea de uso o acceso efectivo. Futuras investigaciones podrían beneficiarse de nuevas métricas como el volumen de interacciones digitales per cápita o el nivel de satisfacción ciudadana con los servicios digitalizados.

e) Carencia de enfoque longitudinal

El estudio ofrece una fotografía estática de la situación en 2024, sin incluir aún una perspectiva evolutiva. Para evaluar el impacto real de las políticas públicas en la reducción de la brecha digital, será necesario realizar seguimientos temporales del ISBDR en ciclos bianuales o trienales, integrando series históricas y nuevas variables de contexto (migración digital, e-participación, etc.).

7. Referencias

Citas enlazadas en el texto

Estas son las principales referencias citadas a lo largo del artículo, enlazadas en la introducción y en los apartados clave para facilitar la lectura online:

Referencias completas

Próximo estudio

Fecha de publicación: Miércoles, 06 de agosto de 2025
Título:
“Gobernanza participativa y economía colaborativa en el medio rural: claves para una transformación territorial sostenible”

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