Enclavado en el noroeste de la provincia de León, el Bierzo es un mosaico de valles, montañas y ríos que inspira a quienes habitan y visitan la comarca. Aquí late una tradición artesanal milenaria que se renueva cada día gracias al ingenio de artistas y artesanos que plasman su esencia en obras únicas. Desde la delicada cestería hasta la cerámica contemporánea, pasando por la escultura urbana, este recorrido revela cómo el arte es parte indisociable de la vida berciana.
1. Cestería de Burbia: tejiendo memoria con avellano y castaño
En la ribera del Sil, el valle de Burbia fue durante siglos hogar de decenas de “cesteiros” que elaboraban cestos para la vendimia, la recolección de castañas y la pesca. Su técnica, basada en “coser” con tiras finas (brengas) y gruesas (costelas) de avellano y castaño, se realiza aún hoy en días fríos, aprovechando la flexibilidad de la madera recién cortada.
Cada pieza —desde la tradicional choupeira de pesca hasta la cesta de setas— condensa un saber antiguo que se transmite de padres a hijos. Aunque relegada hoy a encargos puntuales, la cestería de Burbia conserva su fuerza identitaria y se exhibe en ferias como la Noche Templaria de Ponferrada, organizada por la Asociación de Artesanos y Artesanas del Bierzo.
2. Renacer cerámico en Ponferrada: May Criado y Embarrarte
En los años ochenta, la ceramista May Criado impulsó una auténtica revolución en Ponferrada: fundó una escuela de cerámica y cosechó tal éxito que las plazas se agotaban y su feria, Embarrarte, se convirtió en referente nacional.
Hoy, muchos alfareros locales siguen su estela, experimentando con arcillas bercianas y esmaltes inspirados en el paisaje: ocres del Bierzo Bajo, verdes de sus vegadas y grises de sus granitos. Sus piezas, a medio camino entre lo utilitario y la escultura, se pueden adquirir en talleres de Congosto, Villafranca o Carracedelo, y participan en talleres didácticos de la Oficina de Turismo.
3. Escultura urbana: Rogelio Pacios da forma al presente
En diciembre de 2024, la rotonda de Montearenas estrenó una escultura de acero cor-ten que evoca el torreón del Castillo de los Templarios y ondea junto a un mástil de 15 metros con la bandera del Bierzo. Su autor, Rogelio Pacios, ha convertido el paisaje urbano en un lienzo público donde historia y modernidad dialogan.
Además de este monumento, Pacios dirige el Estudio Taller Cornatelo RIXO en Villavieja, donde aborda madera, piedra e hierro en restauración y esculturas contemporáneas. Sus obras acogen la materia prima local y el rigor técnico, y demuestran que la escultura es un arte vivo que renueva el entorno.
4. Talento emergente: jóvenes creadores bercianos
Junto a los maestros consagrados, emergen artistas formados en la Escuela de Arte de Ponferrada y en talleres de iniciativa privada. Algunos exploran la ilustración inspirada en el berciano dialecto leonés, otros fusionan la tradición textil con instalaciones multimedia, y no faltan creadores de joyería sostenible que incorporan castañas secas y fibras locales.
La Oficina de Turismo y la Asociación de Artesanos organizan mercadillos periódicos donde estos talentos exhiben su obra, fomentando el relevo generacional y la economía circular.
Conclusión
El Bierzo palpita en cada obra: la cestería de Burbia encarna un pasado rural; la cerámica de Ponferrada renueva un oficio centenario; la escultura urbana de Pacios resignifica el espacio público; y los jóvenes creadores dibujan el futuro. Así, en cada rincón del valle se vive el arte como forma de entender, celebrar y reinvigorizar la identidad berciana.
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