Comisiones bancarias

monedasHoy vamos a ver un tema muy de moda como son las comisiones bancarias y nos detendremos en las que más conocidas suelen ser como son las comisiones de cuentas ya que es el producto que casi todo el mundo posee.

La reducciones en el Euribor hasta los límites actuales, ha hecho que muchas de las hipotecas que las entidades concedieron a diferenciales muy bajos hace años hoy les está dando pérdidas. A esto le unimos la sentencia del Tribunal Supremo considerando nula la cláusula suelo de las hipotecas, lo que supone el tener que devolver lo cobrado de forma indebida y quitar el suelo. Con la morosidad al alza, la reducida vinculación de determinados clientes,…, Todos estos son factores que han influido mucho en la merma de los resultados de las entidades financieras.

Estas han buscado la forma de conseguir mejorar sus márgenes. Por ejemplo, subiendo los diferenciales en las hipotecas y préstamos personales o reduciendo la remuneración en los productos de ahorro. Pero viendo que cada vez se dan menos operaciones de activo y que los ahorros de las familias disminuyen por culpa de la crisis, deben de buscar algún sitio por donde incrementar los beneficios. Y este punto son las comisiones bancarias.

Conceptualmente entendemos por comisiones bancarias aquellos importes que las entidades financieras cobran los clientes en compensación por los servicios que les prestan (enviar una transferencia, cambiar divisas, administrarle una cuenta, estudiar un préstamo, etc.).

¿Por qué servicios cobran los bancos?

Las entidades financieras pueden cobrar comisiones en todos los productos que se contraten:

  • Los préstamos hipotecarios: Comisión de apertura, comisión de estudio, comisión por modificación de las condiciones de la hipoteca, comisión por amortización anticipada, comisión por subrogación,…
  • Los préstamos personales o al consumo: Comisión de apertura, comisión de estudio, comisión por la novación de algún punto de la operación, comisión por amortización anticipada (total o parcial),….
  • Depósitos a la vista, de ahorro y a plazo: Aquí hay muchas comisiones como la de administración de la cuenta. Comisión por apunte, por posible descubierto, por cancelación anticipada de un depósito, de custodia en cartela de valores o fondos,…
  • Por las tarjetas: Comisión por emisión de la tarjeta y pos la renovación anual. Comisiones por retiradas de efectivo en cajeros automáticos, por realizar consultas, por pagos en el extranjero,…
  • Por los avales: Comisiones por estudio de la operación, por firma de la misma y comisión de riesgo trimestral.
  • Operativa con cheques: Cobro por ingresos de cheques. Variará en función de la entidad emisora del cheque, oficina de procedencia, cuantía,…
  • Realización de trasferencias: Coste de realizar una trasferencia. Coste de recibir transferencias (alguna entidad lo cobra). Todo en función del destino de la transferencia a realizar.

Cierto que muchos de estos productos poseen más comisiones pero estas suele ser las más habituales.

¿Qué ocurre cuándo nos sube unilateralmente la entidad el precio de las comisiones?

El Banco de España es claro al decir que si las comisiones que se cobran periódicamente por un determinado producto y que desde el principio estaban plasmadas en un contrato, posteriormente son incrementadas por una entidad (de forma unilateral), estas serán causa de nulidad de dicho contrato. Pero en favor de las entidades dice que si esta subida se notifica fehacientemente del cliente (esas famosas cartas que recibimos indicando que nos suben las comisiones) y el cliente no se opone, serán legales completamente.

En la práctica lo que ocurre es que a muchos clientes les cuesta más el cambiar sus productos de entidad que seguir en la que estaba pagando más comisiones con lo cual las entidades, a sabiendas de ello, se aprovechan claramente.

Comisiones de cuentas bancarias

Claro está que es el producto estrella ya que casi todo el mundo posee una abierta con lo cual es el producto más sensible a la hora de subirle las comisiones por ambas partes.

Las comisiones más habituales en estas cuentas son: la de administración y mantenimiento, aquella comisión que debe de ser de cobro semestral (aunque hay entidades para todo en este punto) que se realiza por el gasto que le supone a la entidad tener una cuenta abierta (hay entidades que la vinculan al número de apuntes que esta tenga). Y la de comisión de descubierto, que se aplica habitualmente sobre el mayor saldo en descubierto que la cuenta haya tenido durante el periodo de liquidación y en la que se aplican tipos de interés que rozan la usura del 29%.

Esto no quiere decir que estas dos comisiones sean las únicas porque desde hace mucho tiempo las entidades financieras poseen una capacidad de sorprendernos para mal al pensar en nuevas comisiones. Hay de hecho entidades que cobran por ingresar dinero en una cuenta de la que no eres titular o hay entidades que cobran una cantidad cuando se solicita un reintegro por caja en una oficina que no es en la que se encuentra abierta la cuenta, en concepto de gastos de comprobación de firma y la existencia de fondos. En ambos casos es legal que cobren comisión según la normativa del Banco de España pero para muchos es el motivo para dejar de ser cliente, lo cual me parece muy normal ya que, aunque legal, es algo que nunca te comenta la entidad cuando abres una cuenta.

Por último hacemos hincapié en una comisión muy curiosa como es la comisión por correo. Es la comisión que se cobra por remitir al domicilio del cliente los  justificantes con información de cualquier tipo, liquidaciones, notificaciones de recibo, etc. Es curiosa esta comisión porque hay ocasiones donde la entidad cobra comisión por un apunte en la cuenta y luego vuelve a cobrar la comisión de correo por remitir ese apunte al domicilio, lo que en la práctica supone pagar dos veces por lo mismo.

Pero rizando el rizo, cuidado con la banca electrónica, ya que hay alguna entidad que cobra gastos de correo cuando se tiene incluso pactado con la entidad el recibir los justificantes de apuntes vía banca online.

Lo cierto es que el mundo de las comisiones, en especial el de las cuentas bancarias, está lleno de picaresca y de cambios ya que, a fin de cuentas, es el producto que genera más dependencia en el cliente y las entidades lo saben, con lo cual saben que incrementar las comisiones en este producto generará enfados y malestar en el cliente pero probablemente acabe ‘tragando’ y no se vaya de entidad por el engorro que eso le supone.

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