No aguanto a los artistillas

Manuel Guisande

Manuel Guisande

Yo no sé si soy un tipo raro, pero el mundo de los escritores, de los pintores, de los escultores, de los artistas, de la farándula en general, salvo excepciones, no me gusta nada; pero ahora que lo pienso yo no soy un tipo raro, soy más natural que las aceitunas La Española, que un bocata de sardinas o que una tortilla de patatas. Vamos, me llamo Manuel… que te voy a contar.

Y no me gustan estos artistillas porque la mayoría, joé ni que fueran a pasar a la historia de la historia del mundo mundialinterplanetario como si fueran lo más de lo más en el más allá sin ser nadie de nadie en el más acá, que así van la mayoría de estos percebes.

Un pintor, por ejemplo, te enseña un cuadro y lo primero que te dice es: «¿Verdad que es bueno?» y te lo juro que también lo primero que pienso es: «¿Pero este inútil me dejará opinar a mí, que para eso me pregunta, que además ahora lo que más me preocupa es saber dónde está la puerta de salida por si quiero echar un cigarrillo?

Y cuando el asunto es que no te gusta lo que pinta y lo comentas, entonces te das cuenta que todos han dicho que sí, pero absolutamente todos menos tú y te miran extrañado.

Mira, hay tan engreídos, pero tanto, que hasta se envía cartas manuscritas; o sea, a mano; vamos, yo a mano solo firmo cheques de pagar porque de recibir na, coger leña para el fuego y como mayor riesgo cambio una bombilla con temor a un calambrazo.

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Pero hay artistas, y esto es alucinante, que se cartean, y lo hacen para tener misivas en plan recuerdo, te las enseñan y te dicen: «Léela»; y la verdad que entonces cavilas: «Pero este tío se cartea con este o está enamorado» porque algunas empiezan así como: «En contestación a tu cariñoso y hermoso escrito, en el que muestras tanto afecto y sensibilidad hacia mi persona, puedo decirte que el concepto que me explicas de la plástica de Tuco Ramires… ». Y tú piensas: ¿Tuco Ramires? ¿pero quién es ese mamón de Tuco Ramires?, ¿qué plástica ni plástico?, ¿pero por qué no te declaras de una vez y dejas de hacer el gilipollas por carta, que seguro que hasta de ti se ríen ya los de Correos?».

¿Y qué ocurre al final al final de todo, de todo, cuando conoces a uno de estos elementos? Pues nada; te invitan a una exposición, a una presentación teatral, a una reunión, a… ¿y qué haces?, pues no vas porque… ¿cómo le vas a decir que prefieres echarte una siesta que ver su obra?, mira que soy normal.

Y hasta los hay que te envían cartas o correos electrónicos y te comentan si puedes escribir algo de ellos. Y tú te dices: «¿Escribir?, pa lo que haces, escribir sí, la carta de defunción». Joé, pesaditos que son algunos artistillas, unos plastas, te lo digo yo. Anda, dame fuego.

Manuel Guisande
http://manuelguisande.wordpress.com/

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